«Algunas mujeres solo se sienten confirmadas en su identidad femenina si son sexualmente excitadas en una relación con un hombre al que han identificado como hombre fálico. Se consideran dañadas y esos hombres tienen el falo mágico que las repara. Conciben el pene como un falo y lo transforman en un objeto fetichista. Deshumanizan al hombre y transforman su pene en un falo objeto fetiche idealizado. Por ejemplo el llamado síndrome de Pigmalión y Galatea. Él necesita encontrar una mujer desvalorizada y carenciada la cual gracias a él logrará tener atributos de los que carecía. Sin él no es nada. Y él necesitará de ella para corroborar una y otra vez que es poseedor y dador de lo que vale. Es así que todos los intercambios del deseo que se sirven de seres humanos o partes de seres humanos como si fueran trofeos fálicos que pueden darse o quitarse, diría que son transacciones perversas».
AMALIA SOCCI DE GÓMEZ
«La perversión en la mujer« (1)
(La imagen de tapa fue compuesta por Amilcar Mortetti en la madrugada del 1 de setiembre del 2021. BUENOS AIRES)
MODELOS PARA LAS SEMANAS DE LUNES 13 Y 20 EN FOTOGRAFÍA DE DESNUDO. $7.000 la jornada.
(1) Págs. 23 a 25 de «La perversión en la mujer«. Nota de Amalia Socci de Gómez en «LAS PERVERSIONES». Revista ACTUALIDAD PSICOLÓGICA, octubre de 1997, Nro. 247. Buenos Aires.
EFECTO PIGMALIÓN, EFECTO GALATEA