«DR. FEELGOOD», el equipo que llegó a viejo y antes le abrió el camino a los chicos -ya jovatos- del punk. (También) Domingo 8 a las 14,45 por canal I-Sat.
Ya lo anuncié este último miércoles en una nota en el diario EL DÍA de la Argentina (ver: post anterior y el link: http://www.eldia.com.ar/edis/20140604/Guerra-no-conflictos-amor-espectaculos14.htm , tomado de una gacetilla del 11.avo. Festival Internacional de Cine y Documental Musical de Chile (ver: http://www.inedit-nescafe.cl/muestra-2009/oil-city-confidential/.
Este sábado a las 18,30 y el domingo a las 14,45, una extrañeza total, ya vista -por muy pocos, en el 2013-, que repite I-Sat. Se trata de «OIL CITY CONFIDENTIAL», es probable que una realización de conocimiento de todo buen rockero, en especial si gusta del cine, o la televisón. Un trabajo de rescate del grupo DR: FEELGOOD. Se trata de un documental musical que, según «Natalia», en diciembre del 2012 en el país hermano, resulta importante porque «los años 70 nutrieron a artistas presuntuosos y música pomposa, y alguien tuvo que allanarles el terreno a los chicos punk. Ese eslabón perdido, ese puente imaginario, fue elpub-rock, y sus emperadores fueron los majestuosos Dr. Feelgood.»
Consigno a continuación el texto ya publicado en el EL DÍA el miércoles, y que desde años antes circula por internet:
Oil City Confidential. La historia de Dr. Feelgood
«Un aún psicótico pero genial Wilko Johnson, fundador del grupo Dr. Feelgood, nos lleva, a guitarrazos geométricos de R&B, por la historia de la banda que le devolvió el roll al rock’n’roll. De las refinerías de Canvey Island a la dominación mundial desde-el-pub, viajamos sobre un meteorito de nicotina y blues-punk del Delta.
«Los años 70 nutrieron a artistas presuntuosos y música pomposa, y alguien tuvo que allanarles el terreno a los chicos punk. Ese eslabón perdido, ese puente imaginario, fue el pub-rock, y sus emperadores fueron los majestuosos Dr. Feelgood. En Oil City confidential, el lúcido guitarrista Wilko Johnson nos lleva por la historia del grupo a golpe de fieros riffs de R&B. El destacadísimo director Julien Temple, casi un miembro más del grupo, fusiona películas de gángsters de los 50 (Brighton rock, The criminal), blues-punk del Delta, y la biografía del fallecido y carismático frontman Lee Brilleaux. Lo que queda es el thriller de un grupo mítico, y el apuesto (aunque alcoholizado) cadáver que legó.»