MIS TRABAJOS Y DÍAS

Mujeres y convergencias hoy imprescindibles. Texto e imágenes por AMILCAR MORETTI

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              El acercamiento masivo del movimiento de mujeres a organizaciones como la CGT, haciendo valer su número, su potencia y energía nuevas, siempre de abajo hacia arriba como siempre ha sido en el peronismo, esa sumatoria de una gran porción de masas femeninas no solo forjaría nuevas posibilidades en el accionar de feminismos nacionales y populares argentinos sino que, a la vez, en paralelo, remozaría al tradicional movimiento surgido espontáneamente en 1945, camino a cumplir un siglo. A mismo tiempo, esa conjunción ayudaría a disipar el peligro de extinción por primera vez del peronismo.

                 

Escribe 
AMILCAR MORETTI

Das  Kapital no tiene ética. El Capital no tiene género. En suma, el capital no tiene ética ni género, es inapropiado mirarlo desde la ética (la disciplina dedicada a lo Moral, ciencia filosófica sobre el comportamiento moral del hombre en sociedad) o la teoría de género así como desde la Estética (ámbito de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades,  la belleza, lo feo, lo eminente, la disonancia). Y el capital no puede tener ética porque su lógica es la acumulación: cada vez más, siempre más, no puede detenerse, está en su naturaleza no poder parar de acumular a través de la plusvalía, concepto cuyo contenido -no su sentido- cambia con las diferentes tecnológicas, entre otros factores históricos.

                     El Estado moderno, surgido entre los siglos 14 y 16 para resolver las disputas generadas por la dispersión del poder de los señores feudales, tiene como misión poner orden, regular. Su meta es la regulación para el equilibrio de la comunidad (que su “intervención” sea proclive para unos u otros, es otra cuestión). Más preciso, la utopía del Estado moderno Renacentista es establecer una cierta estabilidad en la comunidad, con particular evidencia en el siglo 19 tras la explosión  de la llamada Revolución Industrial europea, consecuencia principalmente del “descubrimiento” de América y el primer genocidio de la historia.

                          De modo que el Capitalismo Desencadenado, sin ataduras, sin Estado que regule para equilibrar, es una máquina bulímica. Acumula y vomita. Acumula ganancias sin freno mediante permanentes cambios tecnológicos e indispensable plusvalía, y vomita, desecha, descarta objetos, mercancías y sujetos, humanos o humanos que ya no son sujetos sino mercancías. El novelista y artista visual estadounidense William Burroughs (1914-1997) (1), autor del canónico “Almuerzo desnudo” (2), describió con precisión hace medio siglo que la droga es la síntesis perfecta del capitalismo porque no se puede parar de consumir. O dicho de otro modo, Das Kapital sin regulación termina por devorar todo, paranoico, concluye por devorar al humano y al capital mismo, dado que, repetimos, su lógica ineludible, compulsiva es la acumulación permanente.

Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI. Febrero del 2024. BUENOS AIRES-La Plata.

 

                         Es allí donde, por ejemplo, se despilfarraron avances en Argentina de movimientos de masas como el de mujeres. Lo advertí varias veces en los últimos años cuando los feminismos en la calle estaban en apogeo. La crítica hecha fue considerada misoginia o antifeminista, esto planteado desde un movimiento sin conducción política unificada, que fue casi tomado por asalto por una vanguardia de académicas que dictaron de arriba hacia abajo, no como  “nazi-feminismo” según acusó la derecha a la defensiva al advertir que los límites (de género) permitidos se expandían hacia territorios sociales más amplios. Una vanguardia academicista que, según ya he dicho, y para usar una definición leninista cayó en feminismos como enfermedad infantil del movimiento de mujeres. No nazifeminismo sino usurpación verticalista con características de burocratización oportunista al estilo Nomenklatura estalinista del viejo partido Comunista ruso.

                            Ya en mayo del 2019 la ensayista e investigadora argentina Rita Segato en su exposición en la Feria del Libro lo dijo muy claro, sin ser comprendida en la ceguera del fervor de ese momento por una audiencia casi exclusivamente femenina. ERÓTICA DE LA CULTURA lo sintetizó así: “Rita Segato puso énfasis en el estatuto de la (nuestra) colonialidad con respecto a la decadente Europa y Estados Unidos. Aclaró -como señalé desde su inicio en octubre del 2018- que MeToo (inventado por Hollywood, “fábrica mundial de sueños”) es la versión anglo del feminismo de las blancas y responde al feminismo pilgrim estadounidense (o sea, el puritanismo protestante de Biblia y Fusil que trajeron los perseguidos religiosos del Reino Unido llegados al Este de América del Norte. De ahí derivan las tendencias múltiples de los evangélicos). En simultáneo, Segato aclaró que tampoco nos corresponde el opositor feminismo “a la francesa” expuesto en el “Manifiesto de las Intelectuales Francesas”. Dijo: “En la disputa entre el feminismo anglo y el francés, yo leo claves de dos historias de la conyugalidad, dos formas de la sexualidad y el amor instaladas por civilizaciones y líricas diferentes”. Nosotros/as debemos construir nuestro propio feminismo, argentino e íberoamericano. El primer paso de esa originalidad argentina ya lo dieron las mujeres: el “Ni una menos”. Pero ¡ojo!, advirtió Rita Segato, que hay una colonialidad blanca hacia adentro del movimiento”. (3)

                         Hoy las consecuencias están a la vista, con la realidad de una regresión hacia principios del siglo XX. Desanimados, sin representación política, en estado de lumperío, tanto sectores muy humildes como amplias franjas de las clases medias optaron por un engendro político de derecha que, vertiginoso, entró en su propia crisis y que ha de dejar un reguero de desocupación, hambre, enfermedad y sufrimiento que, tal vez, aún no perciban las vanguardias iluminadas. Puede ser que subsistan a la manera anglo-sajona ciertos logros en el plano jurídico, como es el caso emblemático del aborto, pero no habrá hospitales públicos. La legalidad será así solo para quien pueda pagarla. Abogar por el aborto legal y gratuito sin hospitales públicos equipados y siempre modernizados en un típico error de la planificación estalinista concebida por un grupo de teóricos burocratizados que no escuchan la necesidad urgente e inmediata, cambiante a diario, de las mayorías más pobres y populares y de las diferentes franjas de clase media. Típico error de pequeña burguesía blanca urbana formada en la academia y encerrada en el gueto intelectual, con sus remanentes de discriminación y fobia clasista, étnica y misándrica global. El gueto como totalidad.

Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI. Febrero del 2024. Buenos Aires.

 

                Ahora son momentos de retroceso, defensa y organización. El movimiento de mujeres, debilitado, sin capacidad de movilización para conmover los cimientos de un presente impensado tiene aún la posibilidad de unirse al único, más grande y permanente movimiento de masas argentino: el peronismo. Su rama femenina fue vanguardia y llenó el Congreso de legisladoras, entre las más combativas y víctimas de persecución tras el derrocamiento de Perón en setiembre de 1955. Lo repito desde hace años, y en los últimos días lo reiteré en una red social: casi todas las interlocutoras tuvieron una actitud de rechazo de plano, sin consideración alguna de argumentos. Realmente, muy peligroso y grave. Más preocupante aún algunas voces que se animaron a confesar sus razones profundas: “…Sí, puede ser…, pero eso de unirse al peronismo…”.

               En fin, antiperonistas por esencia y formación, progres o social-demócratas, socialistas y de izquierda gorila. También lumperío de sectores bajos y clase media despolitizadas y desperonizadas. Cegados por preconceptos no pueden reconocer y asumir las ventajas que tendría el movimiento de mayorías, es cierto, en gran medida machista. El acercamiento masivo del movimiento de mujeres a organizaciones como la CGT, haciendo valer su número, su potencia y energía nuevas, de abajo hacia arriba como siempre ha sido en el peronismo (el verticalismo peronista es otra cuestión absolutamente diferente), esa sumatoria de una gran porción de masas femeninas no solo forjaría nuevas posibilidades en el accionar de feminismos nacionales y populares argentinos sino que, a la vez, en paralelo, remozaría al tradicional movimiento surgido espontáneamente en 1945, camino a cumplir un siglo. Sin arrojar todos los días un varón por la ventana la nueva sangre puede asegurar la paridad de género buscada y el aumento de la fuerza para regular “mercados” decididos a una ContraRreforma estructural causante -ya lo hace- de una profunda crisis humanitaria. Un fenómeno muy difícil de explicar de autodestrucción mediante -entre otros recursos cruentos y exterminadores ya probados- la guerra de todos contra todos. A mismo tiempo, esa conjunción ayuda a disipar el peligro de extinción por primera vez del peronismo.

(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI entre enero y febrero del 2024. Buenos Aires-La Plata).

(1) https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-35-2002-02-17.html
https://www.observacionesfilosoficas.net/metaforaviral.html
(2) Cuento con mi edición argentina de Siglo XX del año 1971, con traducción de Aníbal Leal.
(3) https://www.moretticulturaeros.com.ar/rita-segato-sus-consideraciones-sobre-los-peligros-de-la-colonizacion-externa-y-de-si-mismo-hacia-adentro-en-el-feminismo-en-argentina/

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