ROW no dice «no quiero ser famosa por aparecer desnuda». Lo repite una actriz under, que hacía desnudos. En el fondo una carga puritana de culpa, religiosa y sexual, de sanción social. La desnudez femenina como putez. En una actriz o estrella con buena carrera, los desnudos no cuentan, hasta se buscan. Nicole Kidman, con Kubrick, fue desnuda asentada ya como intérprete seria y adinerada. El error es basar todo en desnudos y puteces: eso es para chicas de futbolistas. Row es otra categoría humana. Creo sabía que el asunto pasa por otro lado. Se conforma con la vida que tiene y hace. Discreta, humilde e integrada a ella. Basta. Mi cámara la mira bien, y crea otra figura. Mi mirada, mi concepto. (AMILCAR)