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YO SOLA NO PUEDO. Escribe Amílcar Moretti

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          Si no hay un acuerdo en puntos centrales y sobre todo un Contrato Social, un Contrato Social de Ciudadanía Responsable que se cumpla a rajatabla y sin deserciones, esta ex Presidenta (sola) no podrá reparar a la Nación. Esto es lo que, acaso, quiso decir Cristina Fernández de Kirchner al presentar su texto en la Feria Internacional del Libro. Los destinatarios del mensaje fueron varios, pero sobre todo un sector, puede interpretarse.

 

Leandro Teisseyre fotografía a Cristina Fernández de Kirchner. Diario Página12 de Buenos Aires.
Leandro Teisseyre fotografía a Cristina Fernández de Kirchner. Diario Página12 de Buenos Aires.

 

 

 

Escribe
AMILCAR MORETTI

                AMILCAR MORETTI. AUTORRETRATO, 2017.web DSC_2447Cuando a fines del 2015 Cristina Fernández de Kirchner frente a una plaza pública desbordada por la concentración popular se despidió de su mandato presidencial, hizo una enhortación que siempre  resonó mucho en mi memoria: “Ahora les toca a ustedes defender lo logrado”. Traduzco a mi manera: “Bueno, ahora (que yo me voy, y viene un gobierno conservador) les toca a ustedes defender los derechos sociales y económicos de ustedes mismos, que les querrán arrebatar”. Así lo entendí, hace casi cuatro años: una advertencia, un llamado de atención ante lo que me aparecía como obvio y previsible en cuanto a la nueva gestión de gobierno, y seguramente también a ojos de los ciudadanos politizados con sentido crítico, informados y conocedores como mínimo del pasado reciente.

 

                  Bien, por diversas, intrincadas y entramadas razones, complejas y aún por discernir y analizar, no se supo, no se quiso o no se pudo defender los derechos recuperados y otorgados desde el 2003 y aún muchos de los derechos que datan de 1945 y también de antes. Por resistencia de sectores movilizados de la ciudadanía y de una parte de políticos opositores, y también por torpeza de los ejecutores oficiales,  estos últimos no alcanzaron a completar el ciclo de destartalar, desmontar y desguazar la Nación, retrogradándola no solo a 1930 -como primero pensé- sino a 1910, el año de primer Centenario de un gobierno argentino soberano.

 

 

                  Ahora, cuatro años después, cuando termina el gobierno sobre el cual advirtió, Cristina Kirchner en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires dejó otra “advertencia”. Algo así como: “Yo sola, aunque me elijan presidenta, no puedo hacerlo”. Conjeturo el sentido de las palabras siguientes de la ex presidenta: “No solo los políticos, sino también los grandes medios periodísticos y gente de la cultura, y los sindicalistas y empresarios, sobre todo las grandes patronales, las más concentradas y poderosas (ausentes en el público), van a tener que ponerse de acuerdo en puntos básicos. Pero eso no alcanza. Habrá que comprometerse a cumplir un Contrato Social Ciudadano Responsable”.

 

 

           Al citar un discurso de Perón en 1974 en que poco antes de su muerte reconoce que un acuerdo similar “no estaba cumpliéndose” y advertía que si continuaba así renunciaba y se iba a su casa, me pareció que Cristina Kirchner quiso interpelar en especial a las más grandes y concentradas patronales, la “alta burguesía argentina”, que yo intuyo por experiencia, y me parece que Cristina Kirchner sospecha algo similar, no han de cumplir ningún Contrato simplemente porque no está en la razón de ser profunda del Capital, menos del Capital tal como se lo construye en esta etapa. Dicho de otra forma: en la mesas de negociación dirán que sí y luego harán que no. Ya sucedió en Argentina. Y eso sin contar muy en especial a los inmensurables intereses y poderes de fuera del país y que buena parte de la gente hará oposición.

 

2 Comentarios

  1. Coincido con tu apreciación, especialmente en cuanto a que la “alta burguesía argentina” va a oponer toda su enorme fuerza concentrada, ayudada por la “pequeña burguesía argentina” que pretende mimetizarse con aquellos (en aspectos superficiales, por que para más no le da). Así lo muestra la experiencia histórica con toda evidencia. Creo que, otra vez, solo podemos contar con nosotros mismos, los laburantes y el pueblo llano.

  2. Amilcar Moretti

    Gracias por escribir, Rafael. En Facebook estoy “ausentado” dado que -al parecer por la denuncia de alguna amiga/o, envidiosos, rencorosos o estúpidos malos- me “sancionaron” por un mes, no sé hasta que día. (Debe ser mi décima vez, o algo así).
    En cuanto a lo otro, lamento no poder sentirme optimista, como casi todos, que vieron en ese acto de la Feria del Libro una especie de lanzamiento. A mí, “sinceramente”, me sonó casi a despedida. A mismo Perón y Gelbard no les dieron bola, y la estructura financiero-bancaria, menos. ¿Por qué habrían de darle bola ahora a alguien que, menos que Perón, propone un capitalismo periférico con mercado interno, consumo y distribución de ingresos regulados de forma moderada hacia el lado pobre-desocupados-asalariados? Yo la apoyo, sí. Pero va a ser muy complicado. Muy pero muy complicado, salvo que el escenario internacional cambiara abruptamente por una de esas sorpresas de la historia, siempre posibles. Pero no solo los ricos-ricos no van a distribuir ingresos en el mercado interno (no es ese su negocio), y menos aún las corporaciones transnacionales de sede extranjera y la “bancaria”. No es el “negocio” de ellos. Y además, los desposeídos de todo reclamarán con justicia su parte (lo cual no requiete tanto dinero), y los asalariados obreros o empleados exigirán recuperar rápidamente sus ingresos, para consumos a veces no imprescindibles. Y a eso, habrá que sumar el 25-30 % de la población con valores y opiniones de derecha. Más Estados Unidos y sus Departamentos de Defensa-Estado y toda la Unión Europea (si no se desintegra). Tal vez, si “zafa” Brasil las condiciones mejoraran para inversiones productivas que generen mercado interno, consumo y salarios, ocupación. Otra “posibilidad” es encontrar un camino dentro de alguna posible disputa Putin-USA.

    Bueno, ojalá los “optimistas” tengan razón.

    Un abrazo.

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