No me extraña, yo sé lo que valen y lo que producen, aunque me lo nieguen a fuerza de silencios y ninguneos. Son silencios de vozarrones y, cuando no, de envidia, la más pura envidia, jamás declarada, siempre negada y, en especial, re-negada. En otra universidad han citado mis fotos. Ya repetí que en una cátedra de bellas artes de la Universidad Privada de Palermo (en Buenos Aires) dedicaron estudios y entrevista escrita a mis fotos de desnudo en busca de un paralelo con las pinturas renancentistas de Agnolo Bronzino (Florencia, 1503-1572), artista y poeta, tal vez el mejor representante del manierismo de la Toscana, una de las veinte regiones que componen Italia.
Pero ahora -recién ahora- encuentro que en un texto literario de la PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA, fundada por los jesuitas y el Papa Gregorio XV en el 1623, con sedes de Bogotá y Cali, se incluye otra imagen de mi autoría. Javeriana, para el no informado, es el femenino derivado del nombre del santo cristiano católico que da nombre la casa de altos estudios con fundación en la Colonia: San Francisco JAVIER. Se trata -mi imagen- Unas piernas recogidas en la sábana blanca de un lecho y con sus pies calzados en una sandalias de tacones que también tienen su historia. Con desconsideración, no se menciona mi nombre, lo que habla de un simple olvido, ignorancia o la negación de algo. Me inclino por la ignorancia, el desconocimiento propio del que no sabe y tampoco le interesa.
La foto puede verse en la web en: http://delaliteraturaalobjeto.blogspot.com.ar/2012/09/narratopedia.html
Es esta:

Mi imagen forma parte de una serie bastante larga registrada en una sesión que mantuve con una modelo de España el 11 de julio del 2011, en mi casa, en La Plata. Más precisamente, en mi dormitorio y habitación mayor de la casa. Ya hablaré y citaré sobre ello. Esas piernas parecen haber «trasnochado» la imaginación del o los autores del texto literario bajo la dirección de Chulespe-Jesús Ma Pineda-Patrón, titular de la asignatura DE LA LITERATURA AL OBJETO, según se informa. El texto lleva por título «Narratopedia» y comienza así:
«A partir de la idea del Investigador y profesor de la Pontifica Universidad Javeriana JAIME ALEJANDRO RODRIGUEZ; idea denominada NARRATOPEDIA, y al interior de la clase que dirige Chulespe-Jesús Ma Pineda-Patrón, titular de la asignatura DE LA LITERATURA AL OBJETO (nombre de este mismo blog) de la Carrera de DISEÑO INDUSTRIAL de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Javeriana, diseñamos esta aventura literaria y la acompañamos de una imagen.»
Prosigue:
«Esta es la experiencia recogida que colgamos en https://www.facebook.com/groups/390054254394410/, allí podrán ver los nombres de los participantes. Chulespe recogió las escrituras en formas de particpaciones y las enlazó en un solo texto como el que aparece aquí.»
A propósito de la fascinación onírica del personaje del escrito, consigno a continuación un fragmento del mismo:
«La pequeñísima mujer estaba cada vez más cerca y la duda, no desaparecía, cómo sabía ese hombre de mis secretos, y aún más importante, cuales secretos sabía…Cual es mi gran secreto. La angustia me dominaba mientras mis pies me conducían a la pequeñísima señora, respiraba más rápido de lo normal y la transpiración comenzaba a apoderarse de mi. Cómo lo sabía. Ya no controlaba mis pies, sólo seguía mi instinto. No lo podía saber, no le he dicho a nadie. La pequeñísima señora estaba a dos pasos míos, qué le iba a decir. Cómo se había enterado aquel hombre. La tuve en frente mio. La mujer volteó extrañada al verse acechada por un extraño y me encontró, parado ahí, atónito, sin pronunciar palabra y con la mirada perdida.
«La miré y sin saber qué decir, me recliné para aún así hablar. Mis labios dudaban, no tenían indicaciones concretas para articular palabras específicas. Balbuceaba. De repente un pensamiento atravesó mi cabeza; !Cómo sabe aquél hombre de las piernas que me trasnochan!, aquel pensamiento que entró en mi como una descarga eléctrica y recorrió mi cuerpo dejando un pequeño escalofrío como recuerdo, estimuló por fin mis labios que preguntaron: «Señora, ¿Conoce usted a Nelly?»…»