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Puentes en Madison, breves encuentros, 500 días: SOLO ES NUESTRO LO PERDIDO O LA IMPOSIBILIDAD DEL AMOR

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“Escenas finales que sugieren quizás que solo es nuestro lo que hemos perdido”, conjetura no sin razón Francisco Bruno al incluir en Youtube el 21 de noviembre del 2014 este “breve fragmento de la película “Los Puentes de Madison”, que Bruno subtitula con exactitud aclaratoria y fuerza melancólica “Adueñarse de lo perdido”. Me gustan ambas definiciones: “solo es nuestro lo que hemos perdido” y la acaso exhortativa “adueñarse de lo perdido”. He repetido en decenas de críticas publicadas que la presunción contenida en las más grandes películas de amor de la historia del cine alude a la “imposibilidad del amor”. Esta conclusión sobre la condición humana, quizás pesimista, quizás solo sensata y no idealizada, está ya contenida en el modelo originario perfecto de esta saga de filmes: la inglesa “Breve encuentro” (1945) del maestro David Lean con los extraordinarios Celia Johnson y Trevor Howard (sobre la deliciosa comedia dramática breve “Still Life” de NOEL COWARD,  de 1936, que tantas veces he leído). Casi todas, muchas, las mejores películas románticas derivan desde entonces de “Brief Encounter”, hasta la misma e inicial “Antes del amanecer” (Before Sunrise) con Ethan Hawke y July Delpy, o la menos conocida (y más chiquita, pero igual en serena intensidad emotiva) “Once”, irlandesa, de John Carney, frecuente en la tevé de cable. Y también, ¿por qué no?, la “feminista heterosexual” “500 días”, del 2009, más acorde con el sentir de las nuevas generaciones. (AMILCAR MORETTI)

 

 

 

 

Los Puentes de Madison: Adueñarse de lo perdido.

Francisco Bruno

Publicado el 21 nov. 2014

Breve fragmento del film Los Puentes de Madison.

 

Escenas finales que sugieren quizás que solo es nuestro

lo que hemos perdido.

 

Categoría: Entretenimiento

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3 Comentarios

  1. JUAN SANCHEZ

    AMILCAR, HEMOS TERMINADO DE VER LAS 4 PELIS. EXCELENTE TU SELECCIÓN QUE ABONAN QUE:”SOLO ES NUESTRO LO PERDIDO”!.
    NO ADHERIMOS A “LA IMPOSIBILIDAD DEL AMOR”, YA QUE NUESTRA HISTORIA ES MUY SIMILAR A “ANTES DEL AMANECER” DADO QUE NOS CONOCIMOS CIRCUNSTANCIALMENTE (HACE 46 AÑOS) EN EL TREN CONSTITUCIÓN-BARILOCHE. DESPUÉS DE ESTAR Y CONVERSAR TODA LA NOCHE (TAL LA PELI) NOS DESPEDIMOS SIN SUMINISTRARNOS NINGÚN DATO. SIN EMBARGO, OTRO HECHO FORTUITO, DESPUÉS DE 10 MESES, PRODUJO EL REENCUENTRO HASTA HOY!
    TODAS LAS PELIS MUY RECOMENDABLES Y TE AGRADECEMOS LA “INVITACIÓN” QUE DISPARASTE EN NOSOTROS Y EL DISFRUTE DE LAS MISMAS!!
    FRATERNAL ABRAZO.
    MARTA Y JUAN – ALLEN – RIO NEGRO

  2. Amilcar Moretti

    Marta y Juan, Juan y Marta, me satisface haberlos podido ayudar a disfrutar. No dudo del fuerte vínculo afectivo entre ustedes. La afirmación sobre la imposibilidad del amor se basa en una interpretación del psicoanálisis que habla de la “falta”, del desencuentro inicial de cada uno consigo mismo, y que eso buscamos subsanarlo en (con) otro, lo que vendría a ser EL AMOR si resulta que el otro/a/@ “llena” esa falta. Esa ahora famosa “grieta”, fisura esencial del humano (en eso se basan las grandes religiones). Pero sucede que la posibilidad remota de suturar o no esa falta está solo en nosotros mismos y nunca la encontramos. Entre los seres humanos más vitales la búsqueda es constante. Cuando deja de buscarse el “llenado” de esa falta, es que falta el deseo, digo, el Deseo como sentido vital. Y ahí estás muerto, aunque estés en existencia de este mundo. Esta es, más o menos, la idea sobre la “imposibilidad del amor”. El amor es solo una invención, creación del hombre para no sentirse tan solo. Es como los libros, como la lectura de buena literatura. Cito (no es mío): “Se lee para comprobar que no se está solo”. Eso sí, no dudo del afecto fuerte y sólido entre ustedes, Marta y vos. A mí me sucede igual desde hace 50 años con la misma mujer.
    Un abrazo, y gracias, otra vez.
    Amilcar

  3. Amilcar Moretti

    Ah, si se animan, vean “EL AMOR”, de Haneke, el cineasta austríaco. Ahí vendría a estar el resumen de todo, esa combinación de posibilidad (del amor) y a la vez su imposibilidad. Es complejo. La película no es fácil, pero imprescindible. Con un Jean Louis Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva (la actriz de “Hiroshima, mon amour”, ¿la recuerdan?) en su vejez y decrepitud. Véanla y, después, perdónenme.
    Amilcar

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