¿QUÉ HICIMOS MAL? ¿QUÉ NO VIMOS QUE VIERON Y
CREARON ELLOS?
Escribe
AMILCAR MORETTI
“¿Qué hemos hecho mal?”, se preguntó reflexiva la presidenta de la Argentina Cristina Kirchner al recibir una dignísima condecoración latinoamericana en Ecuador. ¿Qué hicimos mal?, exhortó -en verdad- a preguntarse a los activistas popular-populistas, creación originaria y original de la izquierda latina sur subcontinental. ¿En qué nos equivocamos? es otra forma de ese lúcido reconocer. El comienzo del análisis tras la depresión y sorpresa primeras.
A fines del año pasado no era previsible que una derecha con advenedizo apoyo masivo llegase a la presidencia y desalojase más de diez años de gestión apuntada a generar trabajo, mejorar salarios, abrir industrias locales, moderar la importación barata (sinónimo de desempleo entre nosotros y en consecuencia baja o ausencia de salarios y consumo), y a generar obras públicas con fines sociales distributivos y de estimulación de generadores de exportación primaria (soja, petróleo, granos, minerales y carne). Estos últimos rubros primarios exigen poquísima mano de obra y generan rápido extraordinarias ganancias (por eso las famosas “retenciones”, quedarse con un porcentaje de las ganancias. Vale destacar que casi un año después el actual gobierno conservador de derecha ha debido congelar las devoluciones, ya que solo recauda impuestos bajísimos de sectores medios y de la antidemocrática tasa (IVA) al consumo general de cualquier mercadería, sobre todo alimentos).
¿QUÉ VIO LA DERECHA? ¿QUÉ VIERON “ELLOS”?
Bien. Pregunta por la contraria: ¿Qué vieron Ellos, qué vio la derecha que no vio el reformismo populista kirchnerista peronista? ¿Qué no percibimos Nosotros? Ahí Cristina Kirchner hace inteligente alianza con el UCR Leopoldo Moreau y pocos del socialismo, ya desdibujado. ¿Nosotros qué no tuvimos en cuenta que la derecha conservadora sí vio y creó para juntar, como nunca antes en la historia nacional, un notable apoyo masivo de asalariados y pobres? Engañó, sí; mintió, sí; cayó en lo inescrupuloso, no cuidó ninguna forma. Es más, despreció e hizo bailecitos y sorna con el marco institucional y constitucional. Lo violó. Tuvo y tiene el apoyo de la prensa escrita y televisiva. Toda la televisión, íntegra, es su apoyo. Lo apoya aún el 40%, aunque bajó un 20 % en 10 meses.
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CUANDO HABLAMOS DE “ELLOS” ENTRE COMPAÑEROS Y ACOMPAÑANTES DE IDEAS, NO ALUDIMOS A LA PROFECÍA DE OESTERHELD-HUGO PRATT EN SU HISTORIETA CLÁSICO MUNDIAL, “EL ETERNAUTA”. PODRÍA SER, PERO NO (SALVO METÁFORA). ES UN HONOR, IGUAL. “ELLOS”, “ELLOS” SON LOS OPUESTOS A NOSOTROS. SENCILLO. BASTA CONJUGAR LAS PERSONAS EN PLURAL DE CUALQUIER TIEMPO DE VERBO. ¿TANTO CUESTA COMPRENDERLO? AÑOS DE ANGUSTIANTE DESPOLITIZACIÓN CONSTITUYEN AUSENCIA AQUÍ, UN VACIAMIENTO DE IDEAS Y PERCEPCIONES EN Y DEL CONTEXTO. (Hasta el inconsciente freudiano forma parte del “Nosotros” y no está libre de los “Ellos”, los Otros, más el Mundo, ¿no?)
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Por primera vez es enteramente cierto en Argentina que “el medio es el mensaje”. Dicho de otra manera: casi no hay forma de no ser salpicado por este “modelo” o etapa del sistema económico de capital amontonado, porque el solo encender un televisor te implica, son Ellos que nos implican a todos, a Nosotros, aún a los oponentes y críticos. Quedamos enredados y no podemos articular la exposición que se corresponda en oposición a ese mensaje-medio (televisivo) que manejan Ellos. Imitarlos y decir lo contrario en su medio, nos contagia, nos infecta. Hay que generar otros medios de llegar y expandirse.
LA CALLE ES IMPRESCINDIBLE PERO NO NOS
ALCANZA
Por momentos me surge la sospecha de que LA CALLE NO NOS ALCANZA. En su momento también la tuvieron ellos, la derecha clasemedista media-alta y hasta baja. Por práctica e historia hay que mantener la calle y también la respuesta, la protesta y defensa de lo obtenido, la movilización, la politización. La revolución no puede mantenerse de modo permanente en movilidad.
Hay que instrumentar momentos operativos de contemplación y observación de los Ellos. Rearmarse y recomenzar. Persuadir, predicar. Predicadores, decía Perón, porque son tan valiosos como los hombres de acción. Están los que actúan y están los que predican. Unos no sirven sin los otros. Todos en el mismo frente. Evangelizadores del reformismo social populista, la distribución de los ingresos y la no venta de las riquezas y territorios naturales.
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Casi no hay forma de no ser salpicado por este “modelo” o etapa del sistema económico de capital amontonado, porque el solo encender un televisor te implica, son Ellos que nos implican a todos, a Nosotros, aún a los oponentes y críticos. Imitarlos y decir lo contrario en su medio, nos contagia, nos infecta. Hay que generar otros medios de llegar y expandirse.
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“La Patria no se vende”, recordó Bergoglio, y ahí tiró una punta: corresponde a las mayorías agarrarla. Observar, actuar, hacer alianzas, sumar, conflicto solo con el adversario principal, no solo un circunstancial electo, sino con el modelo de sistema que concentra ricos y excluye a la mayoría, mayoría que deja de existir, que no cuenta para los Ellos. Ellos piensan, sienten así. Es su modo, su esencia. Inescrupuloso desde el Nosotros.
Nosotros, al compañero, al acompañante de valores e ideas, al coincidente, al dubitativo, al desprotegido, TODO. Al adversario principal, NADA. Reagruparnos, organizarnos de diversas maneras y géneros y de una forma que centralice. Generar dirigentes, conductores, cuadros, grupos actuantes y pensantes. NADA AL ADVERSARIO, SALVO SI NEGOCIAMOS DESDE SITUACIÓN DE FUERZA. Y eso aún no se ve.
(continúa)
2 Comentarios
Muy buenas reflexiones. Que estimulan a seguir reflexionando.
Pero hay una dificultad: mientras pensamos, Ellos nos pasan por arriba. Y si alguna vez vuelve un gobierno popular hallará, en lo que más nos importa, un país devastado. Entonces, vuelta a empezar, como Sísifo… ¿Así siempre?
Me parece que es honesto y sincero subrayar que “la brecha” existe, es muy real. Entre nosotros y ellos hay algo mucho más que personal. Negarlo es hacer un cuento de hadas, vivir política ficción
Sí, es así. Así es la historia. Un “vuelta a empezar”, cada vez. O seguir, continuar, contra viento y marea, o en fugaz calma, como se te antoje. “Tristeza no tiene fin, felicidad sí”, cantaba Vinicius. Bueno, es la historia del humano. Volver a empezar. Lo suizos no existen. O dicho de otro modo: existen porque Ellos quieren que exista un país como una ciudad que sirva de banco de cuentas secretas con fondos ilegales. Y Suecia tal vez deje de existir, no los escandinavos, sino su Estado de Bienestar. Depende. Rusia tuvo una gran guerra con Finlandia antes o durante la Segunda Guerra. Si hubiera ganado Rusia es probable hubiera seguido con Suecia. ¿Argentina? Sí, nos pasaron por encima. Hay que repensar todo de nuevo. Mientras “tanto ellos nos pasan por arriba”. Sí, así es. Pero, en gran medida, lo “quiso” el 51% de los sufragantes. ¿Qué querés que hagamos vos y yo y otros? Yo también me angustio. Y me digo, esto no termina nunca. Nuestra vida sí, pero “esto” no termina. Preguntále a Espartaco, si no. O a Cristo, que lo clavaron en cuatro. O a Guevara.
No, no termina, a menos que…pero eso sería otro comienzo, desde la ameba, o emergiendo de alguna gruta subterránea con radiaciones y otras capacidades o deformidades. No sé. Y de ahí seguro que el Humano vuelve a empezar. Sísifo.sí. Mejor, Prometeo. Se le ocurrió robar el fuego a los Dioses. Lo encadenaron a una roca en la montaña y todos los días los buitres le arrancaban las entrañas, que se reproducían y así hasta siempre.Se las volvían a comer. Hasta que se liberó de sus cadenas. Y ya conocía el fuego, la luz, el conocimiento. Esa es la historia optimista. Y ahí empezó esto que llega hasta ahora. No se podría hacer Política si no fuera así. Nada tiene que terminar ni estar del todo bien para poder hacer Política en serio. ¡Qué se yo! Es complejo.
Amilcar