Este jueves -ayer- 15 de febrero Instagram volvió a censurar ERÓTICA DE LA CULTURA. No es la primera que la empresa de Mark Zuckerberg, en su momento cuestionada por manejos poco claros con la información en política, se la toma con mi sitio web y mi producción fotográfica. La red antisocial INSTAGRAM otra vez arremetió contra una imagen de mi autoría en que se visualiza un fragmento del cuerpo de espaldas de una modelo con sus nalgas al descubierto. Nada del otro mundo ni escandaloso. Abundan en Instagram obras de igual tipo y también mucho más demostrativas. No obstante, en previsión de una medida cancelatoria como la ocurrida tomé el recaudo de sobreimprimir mi nombre sobre el centro de la imagen. Fue en vano, en segundos mi fotografía fue censurada y quedé impedido, como tantas otras veces en los últimos años, de renovar con nuevos aportes mi trabajo en dicha aplicación a esta altura de anticuada vocación evangélica.
Ni siquiera se consideró que tratase de explicar por escrito en detalle de mi intentado relato visual, dado que inmediatamente antes de subir mi imagen había compartido una pintura del artista estadounidense MALCOLM LIEPKE de similares características a mi foto. La reproducción del cuadro de Liepke (n. e953) figura en el perfil del prestigioso artista considerado entre los más importantes hoy de la expresión pictórica figurativa, al parecer renacida.
Según las costumbres de Instagram -red antisocial manejada por algoritmos dirigidos a manipular reacciones emocionales- todo lo argumentado por META, empresa madre (antes Facebook, Instagram) a través de sus conocidas y vetustas «Normas» de moral, es de suponer entonces que el destino de mi perfil en dicha plataforma tiene fin inminente. Algo que ya me imaginé semanas atrás cuando también aplicaron su censura cuáquera sobre otras dos imágenes de mi autoría, que incluyo en este posteo. A modo de ejemplo de la doble e imprecisa vara «moral» aplicada por INSTAGRAM META ZUCKERBERG incluyo asimismo pinturas del nombrado Liepke que bien podrían ser también canceladas por similares razones a las aplicadas a mis trabajos.
Ya en oportunidades anteriores he dicho que hay algo tortuoso en el gerenciamiento moral y político de empresas globales como Instagram, dado que, entre otros muchos factores, parecen esperar que el autor del perfil acumule trabajo para después sí, una vez malgastado el esfuerzo, aplicar la cancelación. Algo desagradable y oscuro en la manipulación de la cultura y las subjetividades. En tanto, proliferan los denunciantes vocacionales, infidentes resentidos y rencorosas así como los ofrecimientos ambiguos de servicios femeninos que no quedan del todo claro en el mercado Pilgrim. O sí queda, claro, muy claro.
AMILCAR MORETTI
IMAGEN CENSURADA POR INSTAGRAM el jueves 15 de febrero del 2024. Compuesta por AMILCAR MORETTI. Buenos Aires.
Imagen por AMILCAR MORETTI. Censurada por INSTAGRAM.
Pintura del artista estadounidense MALCOLM NIEPKE similar a las que exhibe INSTAGRAM en el perfil del autor. Esta pintura es permitida por la conocida red antisocial. Malcolm Niepke, nacido en 1953, es uno de las más destacados pintores figurativos actuales en Estados Unidos.