Ver también: https://amilcarmoretti.wordpress.com
MARLENE SCHIAPPA, secretaria de la Economía Social y Solidaria y de la Vida Asociativa de Francia, decidió aceptar un reportaje de la revista PLAYBOY de ese país, y se ha convertido en tapa. Schiappa, de 40 años, no solo es una intelectual sino una mujer de rotunda belleza física. Para una funcionaria francesa, entonces, no es conflicto estar presente en la publicación erótica creada por Hugh Heffner hace 70 años en Estados Unidos. Una revista «machista», claro, lo opuesto a lo predicado por los feminismos, y responsable o portavoz principal, quizás, de la «mujer objeto» (es decir, desnuda y mirada con ojo masculino. No se sabe claramente qué sucede con desnudos fotografiados por mujeres, por ejemplo los de la gran Annie Leibovitz, pareja de la fallecida Susan Sontag).
El «error» de la ministra francesa no parece haber sido tomar la decisión de fotografiarse y hablar para Playboy sino la oportunidad elegida, a dos meses de continuadas y violentas protestas callejeras en oposición a una nueva legislación jubilatoria que achica derechos. Tampoco es comparable con el caso nacional de Amalia Granata, diputada en Santa Fe, y alguna vez desnuda en tapa de la Playboy argentina. Las diferencias son abismales, en muchos sentidos. En cuanto a la frivolidad y algunos feminismos, puritanos muchas veces, es un tema debatir. Hablar de patriarcado acá sería un facilismo, un simplismo reduccionista de manual marxista de la ex URSS.
Marlene Schiappa, secretaria de Estado francesa en la tapa de la revista Playboy de dicho país.
Bella, realmente, Marlene Schiappa.