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Mi agradecimiento por la inclusión de una imagen de mi autoria junto a un texto sobre la mujer y el amor
CAFÉ POR LA MAÑANA
Por
SABINA BAUTISTA O BARBIE KUNDERA
http://www.sabinabautista.com/
«En la ventana» por Amilcar Moretti
(«El Sur, en todas las ideas, es una conformación de lo femenino, por ello también resulta ser lo explotado, lo rico y fértil pero también lo sometido».)
http://www.sabinabautista.com/2015/11/historias-de-fotografos.html
Estampas amorosas XXIII:
CAFÉ POR LA MAÑANA
—¿Te has dado cuenta de que realmente soy una mujer hermosa?— pregunta como si de pronto, frente a esa ventana, hubiese tenido una revelación.
Él despega la vista de su iPad y la mira con asombro ¿Pero de qué va esta chica? piensa, ¡Claro que es hermosa si por eso la eligió aquella tarde en el café.
—Si te lo digo siempre—responde sin soltar el iPad y sin moverse un milímetro de donde está.
—No quiero que lo digas siempre, quiero saberlo ahora— contesta desafiante.
—Eres hermosa— afirma en tono neutro, como si temiera una tormenta.
Ella lo observa un instante como si no le conociera, como si nunca hubiesen compartido la cama, los besos y la piel. Lo mira por primera vez. Un sentimiento nuevo la inunda. Baja la mirada para revolver el café de la mañana, ese que siempre bebe sola mirando hacia el jardín y que le resulta tan necesario como respirar.
Ambos guardan silencio por breves segundos, el aire se vuelve un velo que lo toca todo.
Él regresa a su lectura seguro de haber puesto todo en su lugar. No hay tormenta, reina la calma.
Estira las piernas desnudas, deja el café sobre la mesita y se acomoda con cuidado en el quicio de ese abismo donde se cierra o se abre el mundo; lo mira una última vez con cierta nostalgia, Él permance absorto, entonces Ella toma lo que le queda de si misma y se fuga por la ventana.
(Publicado 14th May 2015 por Anonymous)
Aunque la descubro tardíamente, agradezco la mención de una de mis fotografías. Lo que poematizas en el texto lo hemos vivido casi todos, o muchos. Y muchos nos hemos equivocado, cometido el mismo error, con o sin Ipod, o iPod, antes y después de ellos. Es que la mujer sabe que es hermosa (para el varón masculino, y para la mujer) pero a vez necesita la reafirmación por parte de la mirada masculina. No basta decírselo, no basta actuarlo. Hay que hacerlo, de nuevo. Amarla, otra vez, y quizás para que ella diga que no, cuando ya haya confirmado -otra vez, y otra vez- que es bella y deseable.
AMILCAR MORETTI
www.moretticulturaeros.com.ar
EROTICA DE LA CULTURA Magazine
Buenos Aires