MIS TRABAJOS Y DÍAS

La chica de Florencio Varela: del barrio a centro de tapa. Por Amilcar Moretti

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(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI, en mayo del 2024. Buenos Aires)

Uno a veces se siente en la cima del mundo, en la parte más alta, reconocido. Suele suceder con el poder y el dinero, pero también con la belleza de las mujeres, al momento de sentirse adoradas por la cámara. Hasta chicas que no son la perfección ni necesitan serlo lo sienten así cuando el autor, el artista se lo hace sentir en la imagen. He visto modelos llorar al sentirse -¿´como decirlo?- valoradas, endiosadas por la fruición de mi mirada, y eso no tiene que ver con la lascivia. 

A.M.

                   De algún modo, ese sentimiento único y generalmente fugaz -y en cierto momento legítimo- de estar por sobre todos y todo lo sintentizó mejor que ninguno James Cagney, en la ficción del cine, su pistolero Tom Powers, cuando antes de su recordado final abatido por las balas policiales, en lo alto, exclama: “¡Mirá mamá, estoy en la cima del mundo” (“El enemigo público” (1931), de Raoul Walsh). O la menos inolvidable Norma Desmond (la Gloria Swanson real), gloria del cine mundo envejecida y en decadencia, cuando su joven amante, fatal, la descubre: “Usted es Norma Desmond. Usted era una gran estrella, ¿No?”. Y ella replica, en su alucinación: “¡Yo soy una gran estrella! Es el cine el que se ha hecho pequeño” (“Sunset Boulevard” o “El ocaso de una vida” de Billy Wilder (1959). 

 

Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI en mayo del 2024. Buenos Aires-La Plata.

 

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