(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI el lunes 10 de enero del 2022)
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Escribe
AMILCAR MORETTI
Tengo la percepción de que este no es un momento propicio para el desnudo expresivo como género del arte. En la historia -al menos del oeste-occidente- se registran momentos de esplendor y también largos siglos de ausencia de esta especialidad. En general, los períodos de silencio en cuanto al desnudo -en fotografía y femenino, que es el que compongo yo- tiene que ver con ciclos puritanos, de des-erotización estética que implican, sí, un retroceso en la cultura y pensamiento crítico. No necesariamente coinciden con una parálisis o regresión en lo tecnológico, que en gran medida define y diferencia las civilizaciones y culturas.
Vivimos un momento vertiginoso e irreversible (¿o irreparable?) en que casi todo está pegoteado con y por la «Cuarta Revolución Industrial» o «4.0» que combina vanguardistas técnicas de producción con sistemas inteligentes integrados con organizaciones y las personas. (1) En este proceso, la carnalidad -al menos, la humana- se torna innecesaria, molesta, perturbadora, dolorosa, finita y descartable. Para cierto tipo de futuro -ya presente- de casi 8 mil millones de humanos «sobran» unos 4 mil millones. Esto, que es horrendo, comienza a escucharse con cierta «naturalidad».
En este espacio y tiempo con anteojeras electrónicas hay «sobreabundancia» de cuerpos humanos. Y allí es cuando perturba e interpela la «carnalidad» expresiva del ya «antigua» fotografía. No es que vaya a desaparecer la sexualidad pero sí, quizás, el sexo genital y sobre todo, el erotismo, Eros, dicho de otro modo, la Vida. El Amor -o su concepto- ya está seriamente cuestionado. No dejará por eso de incrementarse la mercantilización de la sexualidad, la venta-porno y el intercambio de cuerpos-consumo, quizás con interior electrónico.
Pienso que avanza un puritanismo asexuado, andrógino que utiliza también a algunos feminismos. MeToo dio la señal de largada en la «fábrica de sueños» mundial, con -posiblemente- la desaparición del Hollywood que conocemos y la aparición de otro, quizás Netflix, o Hollywood-Netflix. O Holly-Net. Como Estados Unidos siendo «Blade Runner» y China convirtiéndose en «1984».(2)
(1) «¿Cuáles son las 4 revoluciones tecnológicas?
(Google.com/seach)