“DESNÚDAME” es un video de la realizadora independiente rusa TATIA PILIEVA a la cual ya he hecho referencia tiempo atrás. Nacida en la República de Georgia (ex URSS), se radicó en Estados Unidos y estudió en el American Film Institute. Realizó una serie de cortos en el filo del documental ficticio -o documental “armado”- que resultó un éxito para la tienda de ropa WREN creada por una vieja amiga en Nueva York. Sus videos, todos referidos al “amor ocasional” o la “corporalidad afectuosa” entre personas que se encuentran por primera vez y deben besarse o bien desnudarse y acostarse juntos, y también acariciarse, tuvieron una gran difusión en redes sociales de internet como Facebook, Youtube, Twitter, Skype y sitios como Style.com o bien la CNN, en que terminaron por verse. Decenas de millones de estadounidenses y habitantes del orbe de habla inglesa pudieron ser espectadores de estos singulares videos.
Aquí incluyo uno de sus trabajos, tan pudoroso como sugestivo, cuyo título anuncia mucho: “DESNÚDAME”. La “excusa”, el argumento -digamos- es filmar en estudio a dos personas de diferentes o iguales sexo y color, que supuestamente nunca se han visto, para actuar frente a cámara -mediante montaje, es claro- la premisa del caso: sacarle la ropa al otro y luego viceversa y acostarse en una cama bajo las sábanas para establcer un “vínculos” de características especiales y duración más que incierta fuera del set.
Para más datos ver: http://www.tatia-pilieva.com/
Escribe
AMILCAR MORETTI
Como se advierte, el video de precisos tres minutos de duración resulta más que nada “expectante” para el espectador, en primer lugar, y a la vez elíptico. Veinte personas, quienes supuestamente no se han visto nunca, forman parejas heterosexuales y homosexuales, con igual o distinto color de piel, y tras algún cabildeo que la realizadora Tatia Pilieva resume con montaje, una debe desnudar a la otra y después hacer lo mismo con su pareja. Acto seguido se meten en la cama y se cubren con una sábana. En el breve desenlace ya aparecen en actitud de descanso, boca arriba, como si hubieran hecho el amor o bien, simplemente, concluído su trabajo de filmación.
La duda -que agrega “suspenso y que en verdad no interesa demasiado a los efectos de resultados puramente cinematográficos-, es saber si estos desconocidos entre sí previamente recibieron o no algún dato sobre su futura pareja de encuentro y filmación, o encuentro filmado, lo cual es posible que haya ocurrido, si es que no fueron presentados antes para que hicieran “medida” de la aceptación o desaprobación mutua de su pareja. Después, esta suerte de strip-tease que uno o una le hace al otro/a, en varias combinaciones (incluso hay una pareja hetero madura), se sucede sin mostrar nada pero con esa estimulación implícita en el acto de presenciar la acción de desnudarse -como espectadores, fuera de la pantalla- de otra persona y ello con fines sexo-afectivos. Esto vale, claro, para ambos géneros.
Hasta dónde llega cada pareja debajo de las sábanas es algo que no se aclara ni detalla, es más, se evita y se usa un sugestivo corte elíptico que “salta” la cuestión, que igual queda “presente”, flotando como pregunta y curiosidad voyeur (propia de todo espectador de cine, o de imágenes, aunque lo niegue o lo ignore). Algunos actuantes parecen haber disfrutado más que otros de la experiencia, que se supone no genital, y que seguramente tiene que ver con el haberse animado a desnudarse (quizás por primera vez) frente a un desconocido y meterse a la cama con él. Un trabajo de filmación, una actuación que para muchos debe haber resultado una “proeza”. Otros, varios, es probable que sean actores y tengan costumbre de hacerlo, dado que al fin y al cabo en cualquier película de amor los actores enamorados en la ficción con escenas de cama y desnudez, más explícita, menos explícita, casi nunca se conocen previamente, o nunca se han visto en persona. La “previa” son únicamente los ensayos y, se sabe, se “actúa” otra persona, ficticia, que no es uno, se actúa un personaje. Por supuesto que estas escenas han servido para que muchas parejas en el cine o teatro hayan terminado unidas en la vida real de modo provisional o duradero, como aventura o como pareja más o menos estable, divorcios previos incluidos. Nunca se sabe.
La distancia en los actores es distancia y es acercamiento. Se habla mucho de “profesionalismo” para explicar que los actores no sienten “nada” cuando se besan o se acarician. Pero sucede que la cuestión del atractivo físico marcha por otro lado, por otros canales que no tienen que ver ni con la reflexión, ni con el entrenamiento actoral, y de que lo físico y biológico, como el atractivo afectivo se sienten más allá de cualquier disciplina de la razón, de la representación y los sentimientos obligados de “extrañamiento”, distanciamiento de la persona real y discernimiento categórico entre ficción y realidad. Y si en el teatro se agregan como testigos molestos los espectadores presentes, y en el cine se suman el director y los técnicos de rodaje en el acto de amor por íntimo que sea, no siempre todo se mantiene bajo control, porque la sexualidad no es una cuestión de razón. Puede ser una cuestión de disciplinamiento pero si algo se sintió, y eso sentido lo han vivido los dos actores de la acción ficticia, no es una situación que se pueda negar, aunque sí tratar de olvidar, de tomar distancia. Depende, todo depende… como dice la canción.
De cualquier forma lo que estos videos de Tatia Pilieva guardan de más interesante es que diluyen mucho los límites entre el documental, que se supone es el registro “objetivo” (nunca lo es del todo) y el registro de una representación donde dos actores ficcionalizan una acción, en este caso, de amor. Uno sería el género documental, y el otro el de la ficción. Pero sus límites siempre han sido no del todo fijos ni categóricos. Menos aún, claro, cuando se juegan con la entrada y salida en cada género, con su combinación, con su espontaneidad o bien con la más calculada planificación, con la empatía o rechazo que pueden surgir entre dos personas que no se conocen y de pronto deben besarse en la boca o bien desnudarse y estar bajo las sábanas. Hay un instante en estos documentales ficticios, o no tanto, que es muy revelador: cuando una señorita -no es en este de la serie- que, al concluir el rodaje, se cubre con las manos el rostro y con alegría dice, sorprendidda, gratificada, como un logro de su vida y existencia, que es la primera vez que se desnuda frente a otra persona o hace lo que, se supone, hizo, y que el espectador no ha de saber nunca qué fue ni hasta dónde llegó.
EROTICA DE LA CULTURA, como siempre, agradece a Youtube y a sus colaboradores, el enorme aporte que hacen siempre a la cultura mundial.
EROTIC FOR CULTURE, as always, thanks to Youtube and their collaborators, always make huge contribution to world culture.
Publicado el 10 julio 2014
I asked strangers to undress each other and get in bed. Nothing else. No rules.
This film was made in collaboration with Showtime for Masters of Sex. Don’t miss the season 2 premiere of Masters of Sex, July 13th at 10PM ET/PT.
Subscribe to the Masters of Sex channel for more clips: http://s.sho.com/MastersofSexYouTube
Official site: http://sho.com/Masters
Watch on Showtime Anytime: http://s.sho.com/1m6cUGr
Music: “Before I Fall” (feat. Sami Freeman) by Latch Key Kid
Licencia de YouTube estándar
4 Comentarios
Genial el vídeo, su critica fenomenal , gracias
Me dan vergüenza Aaron tantos elogios. Por aquí, en cambio, sé que miran muchos pero no dicen nada. Una de las dos: o se horrorizan (escandalizan) o les agarra la envidia del “silencio”, el que yo llamo “silencio significativo”. Y el viejo refrán: “Nadie es profeta en su tierra”. No soy Gardel, claro. Pero dicen que Gardel triunfó en Buenos Aires después de ser muy elogiado en Colombia, donde lo aman. Y Piazzolla, un genio de la música mundial que ejecutan los grandes directores de sinfónicas, tuvo que ser aplaudido en Europa porque de Buenos Aires casi lo echaron a patadas en el traste. Me acuerdo como si fuera hoy que cuando era niño en las radios repetían que eso no era tango. Y mirá que suena bien, más grave y dramático que nunca don Astor Piazzolla, muerto ya hace años. Te pone la piel de gallina.
Maestro usted es merecedor de elogios y mas, ya que el arte de su pluma y la lente son geniales y precisas, como usted apunta desgraciadamente. Nadie es profeta en su tierra, pero como Gardel y Piazzolla , trascendieron mas allá de allende el Mar, como usted lo hace, aun que el vecino de la Calle de San Telmo ni cuenta se de , de que tiene de vecino a un Artista ( ahí esta ese 51% que voto por el retroceso ) y les da por el Silencio Significativo, Salud Maestro y de nueva cuenta Gracias por su arte.
Gracias, Aaron. Sigo creyendo que exageras. Pero que la envidia existe, no te quepa la menor duda. La envidia y el “ninguneo”, vocablo popular que en Buenos Aires significa hacer como si una persona fuera “ninguno”, es decir, fuese “nadie”, o sea, como si no existiese. Ninguneo, ningunear. Ser “ninguno” es no ser nadie, no estar, no ser. El “ninguneo”se usa mucho en lo social competitivo y en el…el..AMOR. (Es como una indiferencia planificada. Dicen que lo opuesto al Amor no es el Odio, sino la Indiferencia. Sucede que en el Odio se siente algo. tenés en cuenta al odiado. En la indiferencia, en cambio, ni te das cuenta que el otro existe: nada más opuesto al amor. Ahora bien, si la indiferencia es planificada y pensada para manipular o causar dolor al otro, bueno, ahí el asunto, creo, empeora. Causa más dolor que el odio).