DE CÓMO SER MUJER ATLETA EXCEPCIONAL, TENER BELLEZA E INTEGRAR EL OLIMPO COMO DIOSES JUNTO A LOS DIOSES (NO “DIOSA”, TÉRMINO AQUÍ VULGARIZADO, SINO DIOSES)
Escribe
CARLOS DIAZ
Periodista de deportes, compañero, amigo.
(comentario sobre el post con el video que consigné esta madrugada sobre la belleza de las atletas olímpicas de Río 2016 y CHAIKOVSKI)
En los Juegos Olímpicos de 1938 (o 39) en Alemania, los que fueron llamados “Olimpiadas nazis”, participó quizá la primera mujer argentina, Jeanette Campbell. Jeanette viajó en barco con la delegación, en una travesía que duró un mes y se entrenó en una pileta tipo pelopincho en la cubierta de la nave. Cuenta la hija que el día anterior a su competencia, tuvo la mentruación y no llegó a ese momento en las mejores condiciones, no obstante lo cual terminó segunda y obtuvo la medalla de plata, lo que sin duda debe considerarse no solo una hazaña deportiva (creo que fue la primera mujer argentina en ganar una medalla olímpica) sino que es mucho más meritorio aún porque no nada fácil en esa ápoca ser mujer con ideas propias , prácticar deporte y encima ir en una delegación de hombres (si no me equivoco fue la única mujer) a competir en una Olimpíada. Pero hay algo más, que se relaciona con el tema de esta página. Además de atrevida y valiente, Jeanette era muy bonita y posiblemente Joseph Goebbels, que agasajó a todas las delegaciones, debe haber quedado impresionado, pues organizó una especie de concurso y la eligió como la mujer más linda. Lo cual puede ser considerado otra hazaña, ya que no era nada fácil que los nazis reconocieran que algo podía ser mejor que ellos, en cualquier terreno.
En aquellos Juegos Olímpicos, la mayoría masculina era abrumadora, era el imperio del machismo y del patriarcado pero tiene cierta explicación por la cultura de esa época. Lo malo es que, aún con los avances positivos en estas numerosas décadas, la desigualdad sigue en los juegos modernos y el machismo continúa campeando. Mucho tiene que ver en eso el capitalismo, que comercia todo y también la colaboración incondicional de uno de sus instrumentos, los medios de difusión y la condición machista de muchos periodistas.
Aunque es cierto que el peso cultural negativo (se podría hablar bastante más sobre discriminación, segregación, representaciones de nacionalidad absurda; marginación, asesinatos en casa y trato entre algodones si corren o saltan bien; y las negras que son extraordinarias atletas no suelen salir en las galerías de fotos sexys, etc., etc.) en esta competencia y la belleza de algunas atletas nos hacen desviar del punto principal sobre el que deberíamos poner la atención y que es su mérito deportivo.
Escribe
AMILCAR MORETTI
Gracias, Carlos. No sabía lo de la argentina Jeanette Campbell en esas célebres Opimpíadas. Habría que escribir sobre ella. En cuanto al tema de la belleza, ¿sabés una cosa?, a veces pienso que la natural armonía y equilibrio de un cuerpo agraciado alcanza, por ejemplo en estos casos, un grado de belleza que fija un paradigma. No es la belleza frígida de las delgadas de pasarela, algunas hermosas, ni la vulgaridad de carnalidades de tapa de revistas con personajes hechos para tentar futbolistas adinerados desde ayer.
Al ver las imágenes olímpicas, además de la fascinación visual, y aún de los movimientos propios de una mujer (esa rubia de salto en largo que se alegra de su marca y mueve sus hermosas caderas, como aquella australiana de unos años atrás que precalentó largamente de la misma forma, hermosísima ella), se me ocurrió pensar que había una relación entre el sublime dramatismo del “Chaikovski de La Marsellesa”, los extraordinarios esfuerzos físicos de estas estructuras corporales perfectas y la “natural” belleza de la mujer agraciada, con el toque de la Gracia, sea lo que fuese. Creo que lo mismo sucede con los varones, muchos con cuerpos realmente bellos en su altura, mecánica, movimientos, carnalidad, musculatura medida y precisa, sensualidad, proezas.
Eso fue lo que vieron los griegos de la Grecia Clásica, cinco siglos antes de C., y no pienso que fuera por machismo sino porque veían en el desarrollo perfecto de lo físico exponiéndose a una prueba extrema algo que unía al humano con los dioses del Olimpo, y por eso esas divinidades eran representadas escultóricamente con esos cuerpos. Y lo mismo, Miguel Angel.
Eso, solamente eso. Se me dirá que una mujer obesa de dos metros de altura podría hacer similares proezas, al menos en algunas disciplinas, como -fantaseo, invento. el levantamiento de pesas. Sí, es cierto. Y me animo a decir que eso le agregará un plus de atracción física. Es la prueba extrema convertida en imágenes -si no buscan la facilidad burda del plano fijado en la linea media de las nalgas- lo que las convierte en dioses a estas jóvenes dedicadas al cuerpo seis y ocho horas diarias, cuerpos etéreos. “inexistentes” y muy de “chicas materiales”. No músculo, sino graciliodad de la musculatura en movimiento.
Y algo más terrenal, confieso (algo con el cual coincidía con el fallecido Pablo Pavlovsky, el dramaturgo y psicoanalista): con Las Leonas anteriortes, por televisión, nunca pude despegar los ojos de sus muslos. No tenían busto, no mostraban la cola, eran casi enjutas de espalda, chetas gorilas, pero esos muslos…esos muslos. Y Pavlovsky lo confesó en una nota ad hoc en Pagina12. Es como la sinuosidad viboreante y saltarina de Maradona, bajito, fornido y mestizo, escamoteando el fútbol por el costado o sobre seis o siete grandes holandeses (?) rubios grandotes apuestos. Los adversarios eran apuestos pero el cabecita negra Maradona fue bello, se hacía bello, su prueba-proeza extraordinaria llegaba a lo sublime, no la habilidad, sino del talento que lo iguala en imaginación y belleza a los dioses. Bueno, no sé si se entiende, pero esto quise decir.
Y además, es sabido y confesado siempre, soy un gran pecador de carne muy débil, y yo me enamoro fácil. En más, estoy inhibido de poder ser todo lo pecador que quisiera ser. Quedé prendado de las piernas y muslos fuertes de una corredora pedestre con pantaloncitos verdes, que aparece apenas tres o cuatro segundos. Y también cuando la musculatura de los muslos de la africana es captada por el ralenti de la cámara en el descenlance ala que le agrega una magnitud momumental la música de Chaikovski.
Una carnalidad hermosa que se espiritualiza y se hace piràmide, transbordador espacial, “2001.Odisea del espacio” y sigue aún así siendo humana. O pese a esa gradiosidad, grandiosamente humana. Recién leía a la secretaria de Goebbels, el ministro de Propaganda de Hitler, hoy mujer de 105 años, que en un documental de estos días dice no solo que “no se siente culpable” porque ella hacía tareas administrativas sino por algo que me impactó: “No hay justicia en el mundo, no hay Dios. Sí hay Diablo, sí está el demonio”, dice.
Estas mujeres, estos hombres olímpicos, en algún momento de su belleza puesta jugar al extremo me llevan a pensar, bueno, también hay dioses que, buenos o malos, son de una belleza sublime condenada a putrefaccionar. Y me dio pena. Emoción y pena. Sensualidad penosa. Debe ser el “destino” humano. Un pavo real no sabe que es excepcional, pero alguien que se dedica a la mirada de mujeres para fotografiarlas ve en estas mujeres algo que -pienso- se debe acercar a los dioses. Y para los dioses, el laurel como corona. El laurel es símbolo de la pureza. Diabólica o divina paradoja.
Un abrazo.
Amilcar
EROTICA DE LA CULTURA, como siempre, agradece a Youtube y colaboradores espontáneos el enorme aporte que hacen a la cultura mundial.
Calentamiento Sexy | Sexy Dance | Michelle Jenneke sorprende a concurrencia
Publicado el 22 julio 2012
http://eprensa.blogspot.mx/2012/07/ca…
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“La mia canzone per Maria”, de Anthony Donadio (iTunes)
Atleta Michelle Jenneke faz aquecimento com dança sexy
Publicado el 26 julio 2012
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Jeannete Campbell: LA PRIMERA ATLETA MUJER ARGENTINA QUE TRAJO UNA MEDALLA DE LAS OLIMPÍADAS, en 1936, de Berlín, las famosas “Olimpíadas de Hitler”
2 Comentarios
Amílcar: creo que no debo aclararte que no pretendí refutar tus apreciaciones sobre la belleza de algunos/as atletas. Vos incursionaste en otros distritos, andabas por otros -valga la expresión de competencia- por otros andariveles. Pero me satisface mucho si con mis acotaciones provoqué un nuevo comentario tuyo, del nivel de siempre, como el de esta página.
También agradezco que lo mío te haya parecido de interés como para incluirlo en ella. Y aprovecho para señalar algunos puntos o precisiones: una la hacés vos: las de Hitler no fueron las Olímpiadas del 38 o 39, como dije, sino las del 36, como consignás vos, cuando recordas a Campbell. Y es cierto que ésta hizo algo realmente inusual: en la delegación argentina que viajó a esa competencia en barco durante un mes era la única participante: 54 deportistas, 53 varones y ella. No habrá ido sola, pero había que bancarse esa situación ¿no? Yo creía que era inglesa o hija de ingleses pero nó: era francesa y se nacionalizó argentina en 1935 justamente para poder ir al siguiente a competir a Alemania. Trabajaba de administrativa en un frigorífico y entrenaba natación y competía en el Belgrano Athletic Club, lugar que no estaba al alcance de cualquiera. Debo corregirme en otro punto: no fue la primera mujer argentina que compitió en una Olimpíada. Hubo antecedentes en 1912. Paso a otros puntos, relacionados con los juegos de Río y el tema de los comentarios precedentes y que acaso sean de interés:
– Se señala y subraya la belleza de algunos cuerpos femeninos, pero es raro que los periodistas -y las periodistas- elogien la belleza corporal masculina.
En este caso debo mencionar que la TV Pública, que transmitió casi todo el tiempo, fue en este aspecto discreta, medida y con especialistas para que explicaran muchas actividades sobre las cuales los periodistas deportivos con total ligereza dicen pavadas.
-Y sobre el tema de la belleza corporal, que hay mucha, me permito decir mis preferencias. No en vano dejan para los últimos días de programación las competencias más cortas de velocidad y las de gimnasia artística femenina y de nado sincronizado (en duó o en equipo de ocho), también de mujeres. Y yo elijo: las nadadoras sincronizadas son todas lindas, tienen cuerpos perfectos, pero un detalle me hizo ver algo diferente, que me sorprendió gratamente: No solo deben ser lindas, hacer lo que hacen que debe ser una de las cosas más difíciles de lograr , sino que además deben ser simpáticas, sí, simpáticas y las chinas, por fin, sonrieron generosamente al público. Generalmente tienen una expresión un poco gris, seria, a veces casi de disgusto, como si estuviesen mortificadas por algo. En esta actividad no y estaban hermosas, fueron las que más me gustaron. Y entre los varones el más bello -también eso- me parece el jamaiquino Usain Bolt, el más grande velocista terrestre de la historia: alto, bastante más que el resto (lo que lo perjudica un poco en las largadas); musculoso sin exageración, de proporción y armonía perfectas, de rostro agradable y encima, por si lo anterior no bastara, un carisma (porque debe cumplir compromisos comerciales o por que le sale o por las dos cosas) a prueba de blindaje. Nadie llena el estadio como él y cuando termina su carrera, que deja a todos con la boca abierta, empieza otro show que el público espera tanto como la carrera, da la vuelta al estadio payaseando un poco pero con gran simpatía y afecto y todo brilla más porque es una superestrella, un fenómeno con una atracción al que ni siquiera el nadador Pelps puede acercarse. El público lo admira pero también lo ama.
– El secretario de deportes actual, Carlos Mc Allister, jugador de Boca en la época de Macri, destacó eufórico que se habían igualado los logros de 1948… Es funcionario de este gobierno y por lo tanto, antiperonista, así que no había que esperar que marcara la evidente coincidencia de los gobiernos responsables de las políticas deportivas de los dos momentos históricos en que se produjeron los acontecimientos. No lo hizo.
– Hubo cambios con el tiempo (hoy hay competencias de los dos sexos en casi todas las actividades o en todas, pero sigue predominando en general el machismo Numerosas figuras femeninas y equipos femeninos tienen entrenadores masculinos y ni hablar de la dirigencia olímpica: hay que buscar una mujer con lupa. Curiosamente, la Argentina tuvo su primer gran satisfacción con Paula Pareto, en judo, la primera medalla dorada que logra una compatriota en forma individual. Estudió y se graduó de médica en la UBA, pero simultáneamente viajaba para entrenarse en La Plata, con una…mujer entrenadora. Pareto es chiquita , no está para la pasarela, no es Gabriela Sabatini….¡pero qué mujer!. Los medios llenaron tapas y hojas con ella y haciendo uso y abuso del recurso del “oro” pero como casi siempre, en Página 12 le pusieron el título justo, el mejor. En el suplemento “Las 12” llenaron también la tapa y la definieron como “Una mina de oro”, porque produce ese metal pero también por el significado que el lunfardo le da la palabra: afectivo, valorativo.
– Observé a atletas yanquis negros, varones y mujeres, envolverse en la bandera de USA luego de ganar. Quizá deben cumplir algún compromiso pero no me gustó. Esa es la bandera de un país que no los cobija, que no los protege, precisamente. Son buenos momentos para dar alguna señal de protesta ¿no? En otros juegos hubo colegas que lo hicieron.
-Sobre la atracción sexual de ciertas atletas en la página se menciona el caso de Las Leonas y es cierto, tengo varias referencias para confirmarlo.
Hay admiración por su juego y triunfo, pero además les alteran los ratones a todos los varones.
Me parece que vos y Pavlosky tienen razón. Son además, responsables de un fenómeno deportivo inusual: hicieron de un deporte de escasa difusión y repercusión algo que motivó la atención generalizada en base a notables actuaciones y conquistas internacionales extraordinarias. Ello se dibió a que hubo -y hay- muy buenas jugadoras y hubo un entrenador casi mítico, Cachito Vigil que creyó en el éxito de esa aventura y supo conducirla en las etapas más difíciles del comienzo.
Pero hay otras “cositas”, que pueden mencionarse.
En tu comentario decís que son oligarcas chetas y en buena medida debe ser así: el hockey no es un deporte popular, para pobres, como el fútbol o el boxeo. Hace unos años Aníbal Fernández, el ´Jefe de Gabinete de Cristina Fernández, fue presidente del Club Quilmes (luego renunció y asumió el vice) pero por la actividad de algún hijo, se relacionó con el hockey. Aníbal es un tipo muy capaz y muy inteligente y además era importante funcionario de gobierno, así que habrán visto que podría ser útil tenerlo en las filas y -el mismo dice- como es un culo inquieto terminó como presidente de la Federación Argentina de Hockey. AF es tan capaz que puede administrar perfectamente esa federación y asi lo hizo durante , no sé, dos o tres años, período en el cual no se produjo ninguna catástrofe sino todo lo contrario, funcionó bien y se lograron varios triunfos importantes en el plano internacional, , el último en el mundial de Londres. Pero, de pronto, a finales de 2015, apareció en los medios “amigos” la vocesita de una Leona creo que retirada preguntando “Pero cómo,¿todavía está esta gente aquí?” Era la época en que a AF se lo acusaba de ladrón, narco y asesino. Aníbal, prudentemente, renunció.
En un documental sobre Las Leonas, centrado fundamentalmente en la conquista del titulo mundial en Rosario, con la conducción de Carlos Retegui, hablan las jugadoras pero sobre todo Soledad García, una morocha que sin ser una belleza espectacular a mi era la que más me gustaba. Creo que se retiró. Allí era una de las más veteranas del plantel, y de las más valiosas. Y los que filmaron la buscaban pues sabía del juego, hablaba muy bien y no tenía el menor inconveniente en meter alguna “heterodoxia” en sus respuestas. Pero me parece que no fue el único atractivo que tuvieron en cuenta los documentalistas: la mayoría de las entrevistas con Soledad se hicieron en la habitación del hotel donde se concentraban , con ella sentada en la cama, descalza, con un breve pantaloncito y un más breve top. Ella hablaba como si tal cosa, no creo que sus entrevistadores tuviesen la misma calma….
– Carlos “Chapa” Retegui fue uno de los entrenadores de Las Leonas y lograron con su conducción varios de sus más importantes títulos. Retegui fue jugador y entrendor en otros lados, antes de llegar allí. No era un improvisado, ni un audaz aventurero. Sabía y mucho. Incorporó hasta colaboradores en informática para diseñar tácticas y estrategias de juego. Tan capaz es, en las claves del juego y en la conducción de grupos, que hace unos pocos años tomó la conducción del equipo masculino, que no conseguía salir de la mediocridad y lo fue llevando, llevando, elevando de a poco hasta alcanzar lo máximo, un mundial y hace unos días la medalla de oro en Río. Pero volvamos a Las Leonas. De pronto, sorpresivamente, una chica renunció y otras manifestaron s disconformidad de seguir en esa forma, “forma” que no explicaban y que, a juzgar por los resultados, no era nada mala. Pude escuchar declaraciones de varias jugadoras, de algunas ex jugadoras -que seguro sabían lo que pasaba- y de dirigentes: todos repetían más o menos lo mismo: que algo se había producido en las relaciones del grupo, que no estaban de acurdo con “la línea” de ese momento y que “se había cumplido un ciclo y que era necesario renovar”. Nadie precisaba qué había pasado en el grupo, que “línea” no era la acordada; por qué “se había cumplido un ciclo” y qué por qué había que renovar. A pesar de esas indefiniciones, estaba claro que el problema era entre las jugadoras y el entrenador Retegui, que renunció y siguió con el equipo masculino…
Hasta ahí las pocas informaciones oficiales sobre el incidente. Poco esclarecedoras, por cierto.
Ahora pasemos al ámbito del chusmerío, de las sospechas de barrio, camino que compartí con algunos conocidos. Retegui es un tipo joven, bastante apuesto (ahora con unos kilos de más) y muy sangúíneo. No debe ser nada fácil entrenar a un grupo femenino como ese y convivir con ellas (Esas polleritas cortas en los amontonamientos para festejar los goles….Esos muslos…)
Tu primer comentario me sirvió para prestar atención a asuntos que, más de una vez, descuido. No debo ser un seductor. De mí, varias de Ellas y algunos tipos, dicen que soy “un seductor”. No lo creo. Nunca me di cuenta. Nunca lo sentí así. Nunca lo aproveché ,sino al contrario. Me refiero a la seducción, en este caso, de mujeres, siempre un hombre casado, como lo fui cuando nací casado. Aunque también me han dicho -con agudeza- que soy muy inteligente para elegir esposa. Eso fue hace medio siglo. Medio siglo, y antes también. Más de medio siglo. Lo cierto es que no me siento ni me doy cuenta que sea seductor (de chicas, en política de masas, no) porque nunca me funcionó. O peor: no me dí cuenta. Imperdonable. (Me refiero a la desestimación que implica que alguien esté seducida por uno y uno siquiera se de cuenta. Impiadoso).
Bueno, lo central es que tu comentario me pareció acertado. Quizás dude de algunos puntos, pero acuerdo: yo no lo tuve en cuenta. Sí las ví -a estas atletas- como dioses, no “diosas” (palabra de sentido deforme en Argentina, vinculado a lo mediático). Dioses, o semidioses del Olimpo. Después, me dije, ¡claro, Moretti!, es obvio, estás hablando de las Olimpìadas, las fiestas tradicionales griegas de la belleza, la armonía y la destreza. Yo no “profanaría” una corporalidad así, nunca. Tampoco esperaría que me tuvieran en cuenta, aunque supiera que puedo enseñarles algo o mucho, como personas. Pero ellas tienen todo, no me necesitan.
¿Las Leonas? ¿Las Anteriores? En general se cuidaron siempre bien de hablar sobre la actualidad. Pero cuando alguna emitió un juicio político, por lo que recuerdo, fue gorila, antiperonista, antipopular, reaccionario, a veces prejuicioso. Es el origen socio-cultural. Pero se cuidarton siempre bien en mantener reserva, asesoradas, seguramente.
Sobre Campbell, sí, creo que viajó al menos con la hija, pequeña. No sé quién era su esposo. Era un deporte para clases medias altas y altas. En esa época. 1948. Delfor Carrera. Ganó maratón, sabés mejor que yo. Era un laburante, apoyado por la política de Perón. Ayer leí que después de 1955 los de la “libertadora-macrista” lo mandaron a barrer plazas como empleado municipal. Hoy se lo reivindica en todo el país. Vi una foto de su arribo a la línea de llegada, con gesto de dolor, en maratón y me hizo acordar al hindú que corrió con zapatillas de tela o cáñamo hogareñas y anduvo muy bien. No es bello, o sí, pero corre muy bien. Y su acción, decisión y presencia es una belleza emotiva. Y entonces, en esas condiciones sube a la categoría de Sublime, forma superior de lo Bello, según Kant, creo. Bueno, yo soy de esa clase de expertos que piensan que Espartaco en la cruz es bello, o tal vez Kirk Douglas por Stanley Kubrick. De esos tipos que creen que Cristo en la cruz es Bello; el tipo está iluminado, destrozado e iluminado. Tiene la Gracia. O Guevara en la mesa-pileta de homicidio de Bolivia es bello, trágica y dramáticamente bello. Es el Cristo de Massaccio. Así lo percibió el fotógrafo, ¿Korda?, no. Y así ha de quedar, junto a la del rostro desafiante y el habano.
Los hombres en competencia. Sí, todos se inhiben de destacar su belleza. Bolt es la simetría, y otros varios. Los miedos homosexuales. Y igual que las atletas opulentas y redondeadas, también les gustan a muchas mujeres, pero no lo dicen. Y las hechas con pura fibra muscular, si no están anabolizadas, y mantienen nalgas y busto, son bellas. Y si no los tienen, al menos de modo notorio, también. El tema es que a nosotros, varones masculinos, nos gustan tanto ellas como a ellas les gustan ellas, las que miran. Hay algo del orden sexual que no se maneja con la reflexión. No pasa por lo intelectual. O tal vez sea que lo que me atrae a mí son los Muslos. No el busto, no la cola. El Regazo, si quieren. Acucharme allí y quedarme para siempre.
Un abrazo.