LA CARNE BLANCA, DE MUJER Y VIDA, Y LA MUERTE NEGRA, TAMBIÉN FEMENINA. («La peor tentación en la derrota es quedarse rumiando la desolación». J. Bergoglio)
«¿Y el amor? El amor es (…) una queja y una reivindicación del individuo mortal sobre la especie inmortal». (Osvaldo Arribas, psicoanalista, 1993).
«Para ser una persona infinitamente pesimista, soy sorprendentemente optimista. Todavía tengo fe. Si no la tuviera, me mataría» (Woody Allen, 1995)
«El abrazo sexual, deseada danza cargada de erotismo, que sin embargo produce temor al vacío o puede conducir a la disolución de la individualidad» (De autor que no he podido identificar)
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018, tras una inesperada decepción días atras con una persona en la que confié y el presente clima de amenaza colectivo que me llevan a replantearme muchas cuestiones. No es la primera vez que nos sucede a la Nación Argentina, mi Patria, y a mí, pero siempre se trata de un dolor nuevo, agregado, que maduro como puedo, con angustia, abatimientyo y una gran y acerada voluntad. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018, tras una inesperada decepción días atras con una persona en la que confié y el presente clima de amenaza colectivo que me llevan a replantearme muchas cuestiones. No es la primera vez que nos sucede a la Nación Argentina, mi Patria, y a mí, pero siempre se trata de un dolor nuevo, agregado, que maduro como puedo, con angustia, abatimientyo y una gran y acerada voluntad. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018, tras una inesperada decepción días atras con una persona en la que confié y el presente clima de amenaza colectivo que me llevan a replantearme muchas cuestiones. No es la primera vez que nos sucede a la Nación Argentina, mi Patria, y a mí, pero siempre se trata de un dolor nuevo, agregado, que maduro como puedo, con angustia, abatimientyo y una gran y acerada voluntad. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018, tras una inesperada decepción días atras con una persona en la que confié y el presente clima de amenaza colectivo que me llevan a replantearme muchas cuestiones. No es la primera vez que nos sucede a la Nación Argentina, mi Patria, y a mí, pero siempre se trata de un dolor nuevo, agregado, que maduro como puedo, con angustia, abatimientyo y una gran y acerada voluntad. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018, tras una inesperada decepción días atras con una persona en la que confié y el presente clima de amenaza colectivo que me llevan a replantearme muchas cuestiones. No es la primera vez que nos sucede a la Nación Argentina, mi Patria, y a mí, pero siempre se trata de un dolor nuevo, agregado, que maduro como puedo, con angustia, abatimientyo y una gran y acerada voluntad. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.
JOEL-PETER WITKIN (Nueva York, 1939)
JOEL-PETER WITKIN (Nueva York, 1939)
JOEL-PETER WITKIN (Nueva York, 1939)
JOEL-PETER WITKIN (der.) Y SU HERMANO EL PINTOR GEROME WIRKIN EN UNA DE LAS MUESTRAS DEL FOTÓGRAFO, SEGÚN UNA FOTO DEL DIARIO ESTADOUNIDENSE LOS ANGELES TIMES
Imagen creada por AMILCAR MORETTI, en estos días fríos de julio del 2018. Esta de aquí, como las otras fotos de mi autoría que figuran en el presente posteo, llevaron siete años de elaboración, desde el 2011. Pasaron por varias etapas hasta que la presentación de hoy ha llegado a conformarme y me ha hecho recordar, sin deliberación ni planificación previa, una asociación que una fotógrafa me hizo notar no hace mucho sobre la muerte y mis desnudos de mujer. Ahí fue cuando vino a la mente, en verdad hoy, la fotografía del neoyorquino Joel-Peter Witkin (1939), que cultiva un tono macabro, fúnebre, sexual, barroco y manierista negro. Es que Eros y Muerte se encuentran y atan, valga aquí como pocas veces lo literal y carnal, por la cola.