Lo más lindo y halagador que me han dicho de mis fotos es que parecen contar historias.
Por
AMILCAR MORETTI
Lo más lindo y halagador que me han dicho de mis fotos es que parecen contar historias. Inolvidable el comentario de Aurélie M., francesa alsaciana de Estrasburgo que supo recalar por años en Buenos Aires, envuelta por los aires del tango y la poesía. Su comentario fue directo y concreto: «Vos contás historias, Amílcar», me dijo. E interpretó: «Supongo que ha de ser el resultado de tu contacto con el cine, desde niño, y con la historia del arte». Ella misma modelaba y tenía experiencia con muchos fotógrafos, franceses y argentinos. Muy leída y gustosa del mejor cine, Aurélie sabía de lo que hablaba. «Contar historias» con imágenes fijas es darle espesor y densidad a una fotografía, de modo que el desnudo de la bella mujer no se «chupe» la mirada y, sin dejar de ser central, deje lugar a aspectos y detalles secundarios que, con su vaga y distraída presencia cotidiana, introducen el cuerpo femenino en un relato, algo que imagina o fantasea quien mira, cada uno según su capacidad de volar, cada uno según cómo le haya quedado la cabeza después de pasar por la trituradora de las redes antisociales, la IA y toda la internet con su revolución digital.
El relato que puedan contener muchas de mis fotos se alimenta de objetos acompañantes, de cosas cotidianas, de detalles flotantes como un libro perdido, la vista de un velador que ilumina, el manejo de oscuridades y claridad, bastante de eso que se llama puesta en escena, en mi caso, siempre en cotidianidad y sin telones. Trato de hacer fotos relato que se arman con la convergencia de la presencia física y moral de la modelo, sin poses actuadas como estatua, y la mirada y búsqueda del fotógrafo, es decir, yo y mis intenciones claras o implícitas, declaradas o encubiertas, conscientes o entresoñadas, pero siempre a partir de la entrega y confianza de la modelo completamente desnuda conmigo durante horas. Sin esa confianza, más allá de lo real acontecido en lo íntimo, es imposible o se dificulta historia alguna. Para que la foto cuente algo sin perder de vista ese bello cuerpo desnudo es imprescindible que esté instalada la simetría de la confianza, incluya lo que esto incluya.
(La foto de tapa -se reproduce más arriba- fue compuesta por Amilcar Moretti en estos días iniciales de febrero del 2025. Buenos Aires-La Plata City)
