«Afuera, la tarde oscura y lluviosa, el cielo de
sombras y la desierta desolación de las calles. Yo
pienso, sin dolor, en el último día de mi vida. (…)
Tal vez no habrá, como hoy, lluvia y
silencio. Acaso será un día de primavera, con un
sol que dorará los trigales y hará cantar de júbilo a
las ramas de los árboles nuevos. Lentamente me
irá ganando la inmovilidad: quedarán inmóvles
mis pies que peregrinaron, mi boca que ha
besado, mis manos que tocaron, en hora roja,
carne joven. Y será en mis ojos la gran agonía:
morirá la visión dilatada y luminosa de un mundo,
morirán las miradas de las mujeres que amé, un
día, y se apargarán poco a poco las trémulas,
estrellas de la última noche».
PABLO NERUDA (1)
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(1) Pág. 181 de «Neruda. La biografía literaria», de Hernán Loyola. Texto de Pablo Neruda, «El último día», Copiapó. 7 de diciciembre de 1924. Chile.
