Viamonte y Callao. Lindo piso, una suite doble y amplia con un balcón de casi diez metros de ancho. Enfrente, justo en la esquina, el sólido y fatídico edificio -creo que ahora de la Universidad Católica- donde funcionó un centro de inteligencia, detención y tortura durante la última dictadura cívico-militar. Un grupo de obreros de la construcción hacían refacciones. Cuando descubrieron a la morena desnuda, alta, flaca, contundente y melena larga de india se deschavetaron con sana alegría y en cueros comenzaron a bailar entre ellos revoleando las remeras y camisas sobre sus cabezas. La morena se reía, festejaba. Le gustaba que la vieran desnuda. (AMILCAR MORETTI)