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Las mujeres que leen son peligrosas. Y las que escriben (y leen), más aún. (segunda parte). Fotos en serie por AMÍLCAR MORETTI

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            Las mujeres que leen son peligrosas -ya comenté en post anterior- es el título de un libro que en estos días ha cobrado cierta notoriedad entre nosotros. Del mismo autor, hay otro posterior: «Las mujeres que escriben también son peligrosas». Más allá de lo oportunista o efectista del título, se trata de un ensayo que establece paralelos y análisis entre representaciones pictóricas y fotográficas de mujeres vinculadas con la lectura, los libros, la escritura. Va desde Rembrandt hasta Edward Hooper. Más abajo, agrego algunos ejemplos de Botero, Balthus y Lempicka. La adolescente de Lempicka da para más de una sugerencia e interpretación, desbordante de un candor eminentemente sexual que oscila entre la inocencia y la perversidad de lo ofrecido y a la vez intocable. «Pecado», suelen decirle los cristianos. «Delito», castigan los códigos penales, si no se tolera lo intocable y, con imprudencia, se toca. Que las mujeres que leen son o se convierten en peligrosas es, al menos, una observación atendible, aunque no siempre aplicable y verdadera. Abundan las mujeres que no hay leído nunca nada y sin embargo son peligrosísimas. Bastaría pensar en guardianas de campos de exterminio nazis (novela «El lector») o muchas policías que intervinieron activas en los centros de detención de desaparecidos argentinos durante la última dictadura militar, de las cuales poco y nada se habla y solo tres  -según recuerdo- han sido procesadas. A la vez, entre las mujeres que leen, hay muchísimas indefensas y vulnerables, en casos por efecto de esa misma lectura. Más correcto parece afirmar que puede  significar un «peligro» aquel que reflexiona críticamente, hombre o mujer. Claro, si la mujer que lee no lee best-sellers comerciales sino textos que activan el pensamiento crítico, y a la vez reflexiona, es probable que resulte un peligro para ciertos estados consolidados. De cualquier modo, entiendo, la mujeridad usada como instrumento -mejor, como arma- de seducción y manejo sexual es, siempre un peligro y padecimiento para el hombre masculino. El varón suele sentirse vulnerable en estos casos. Uno de los mecanismos de descontrol violento que se han revelado en los últimos tiempos es la respuesta horrorosa del varón que opta por quemar, por incendiar a la mujer «incontrolable» tras rociarla con combustible inflamable. Lo cual no deja de ser una herencia de la quema de brujas auspiciada por la Inquisición de la iglesia católica. En el fondo lo que se extermina con este modo de tortura y asesinato es una sexualidad activa y poderosa -o al menos su promesa o fantasía- que no se controla y se vive como una frustración dolorosa. Hay mujeres también -toda una mitología en la literatura policial negra, sobre todo la femme fatale o rubia platino fatal-  que utilizan el inacabable poder de su sexualidad como un instrumento de manipulación y sometimiento del otro. En cine y en novela recuerdo al menos tres títulos importantes al respecto: «El Ángel Azul», del alemán Heinrich Mann («Profesor Unrat»); «Servidumbre humana», del inglés Somerset Maugham, y «Eva», de James Hadley Chase, seudónimo más conocido de un popular escritor británico de novelas policiales fallecido en 1985. Para el interesado en este tema del dominio que la concha -o feminidad sexual- ejerce sobre el varón masculino, en apariencia representante de lo fálico como poder envidiado, agrego que de los tres títulos hay versiones en cine: «El Ángel Azul», en los años 30, hizo famosa como película a Marlene Dietrich. Hay otras versiones: recuerdo una con la rubia sueca May Britt, famosa en su momento por casarse con el cantante Sammy Davis Jr., del clan Sinatra. De «Servidumbre humana» hay también más de una versión, creo, una de ellas, la que me viene a la memoria, es con Kim Novak como mucama que doblega al torturado médico rengo interpretado por Laurence Harvey, actor hoy olvidado. «Eva» tiene una no del todo apreciada versión de Joseph Losey con una inolvidable y subyugante Jeanne Moreau en 1962 y el inglés Stanley Baker, un «duro» (aquí humillado) del cine británico también lamentablemente poco recordado (ver video más abajo). Más allá de fantasmas masculinos, que lo son, se trata de mujeres psicopáticas ante las cuales el varón masculino, cuando es un simple neurótico, no tiene ningún poder ni capacidad de establecer un equilibrio. Son mujeres creaciones de la neurosis obsesiva del varón pero también de la histeria psicopática de la mujer. Gozan, se pajean con ese dominio que ellos no pueden resistir ni frente al cual tienen nada que oponer, o poner. (AMILCAR MORETTI)

 

Amilcar Moretti. Diana Lee.  2012.set.2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Diana Lee. 2012.set.2013. Argentina.

 

 

 

Diana lee, por Amílcar Moretti. Ed. setiembre 2013. Argentina.
Diana lee, por Amílcar Moretti. Ed. setiembre 2013. Argentina.

 

 

 

Amilcar Moretti. Diana lee. Ed. 30 setiembre 2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Diana lee. Ed. 30 setiembre 2013. Argentina.

 

 

 

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Patricia Highsmith, en una extraña foto de su juventud. Highsmith, refugiada en suiza, ha sido una de las principales escritoras de novelas policiales, entre ellas "El amigo americano", "Extraños en un tren" y "El talento del Sr.Ripley" ("A PLENO SOL"), llevadas al cine con éxito.
Patricia Highsmith, en una extraña foto de su juventud. Highsmith, refugiada en suiza, ha sido una de las principales escritoras de novelas policiales, entre ellas «El amigo americano», «Extraños en un tren» y «El talento del Sr.Ripley» («A PLENO SOL»), llevadas al cine con éxito.

 

 

 

Amilcar Moretti. Ceci, 2011.13. Argentina.
Amilcar Moretti. Ceci, 2011.13. Argentina.

 

 

 

Ceciclia, por Amílcar Moretti. Argentina, 2011-ed. 2013.
Cecilia, por Amílcar Moretti. Argentina, 2011-ed. 2013.

 

 

 

Amilcar Moretti. Ceciclia con un ejemplar de El Capital, de Marx. 2011-ed. set. 2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Cecilia con un ejemplar de El Capital, de Marx. 2011-ed. set. 2013. Argentina.

 

 

 

Hypatia de Alejandría. Mujer de libros, astrónoma, matemática. Acusada de libros fue arrastrada por la calle, desnudada,. violada y tortura por monjes cristianos. Ella era neoplatónica en el siglo V de nuestra era.  Se la considera hoy símbolo de la mujer intelectual y es ícono feminista. En esta representación el autor no ha evitado darle, además, una figura y forma notoriamente sensual.
Hypatia de Alejandría. Mujer de libros, astrónoma, matemática. Acusada de hereje  fue arrastrada por la calle, desnudada, violada y torturada por monjes cristianos. Ella era neoplatónica en el siglo V de nuestra era. Se la considera hoy símbolo de la mujer intelectual y es ícono feminista. En esta representación el autor no ha evitado darle, además, una figura y forma notoriamente sensual.

 

 

 

Hipatia de Alenadría, en una representación -integra un frescoanterior a la figura de más arriba-, en la que en apariencia su presencia física sería más veraz. Para algunos historiadores murió virgen y para otros no, y a parecer estuvo casada.
Hipatia de Alejandría, en una representación -integra un fresco  anterior a la figura de más arriba-, en la que en apariencia su presencia física sería más veraz. Para algunos historiadores murió (linchada) virgen y para otros no, y al parecer estuvo casada.

 

 

 

 

Amilcar Moretti. Argentina, 2013.
Amilcar Moretti. Argentina, 2013.

 

 

 

Por Amílcar Moretti. Argentina. setiembre 2013, ed.
Por Amílcar Moretti. Argentina. Setiembre 2013, ed.

 

 

 

Amilcar Moretti. Imagen editada esta madrugada de 30 de setiembre 2013. Melissa. Argentina.
Amilcar Moretti. Imagen editada esta madrugada de 30 de setiembre 2013. Melissa. Argentina.

 

 

 

Amilcar Moretti. Melissa. Ed. setiembre 2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Melissa. Ed. setiembre 2013. Argentina.

 

 

 

Melissa. Amilcar Moretti, ed. setiembre 2013.
Melissa. Amilcar Moretti, ed. setiembre 2013.

 

 

 

 

 

 

Fernando Botero. Mujer leyendo una carta.
Fernando Botero. Mujer leyendo una carta.

 

 

 

Balthus. Lectora.
Balthus. Lectora.

 

 

 

(detalle) Pintura de Lempicka.
(detalle) Pintura de Lempicka.

 

 

 

                Histérica no es la mujer atractiva que se muestra y no se entrega al placer (del sexo). Histérica es la que no sabe porqué no se entrega a dicho placer con el otro, o mejor, es la que goza más al mostrarse y no entregarse, su goce es no entregarse. Un goce pajero, circular, sin salida. El goce del miedo a la propia concha. El goce de no dar y en simultáneo no darse. Es temor al placer propio, que si se obtuviese mediante la entrega -placentera al producir el placer del otro- acabaría con el fantoche fantasmático del goce de no dar, que siempre vuelve, padeciente, careciente, pero gozoso. Es el goce del no placer ni propio ni ajeno. En mucho, es el horror a la pija pero también, mucho más de lo que se cree, el horror al placer imaginado de la propia concha, que se teme porque no se conoce a sí misma. (AMÍLCAR MORETTI)

 

 

Por Amílcar Moretti. Magalí. 2011-edición 30 setiembre 2013, madrugada. Argentina.
Por Amílcar Moretti. Magalí. 2011-edición 30 setiembre 2013, madrugada. Argentina.

 

 

 

Magali, por Amílcar Moretti. Madrugada 30 de setiembre 2013. Argentina.
Magali, por Amílcar Moretti. Madrugada 30 de setiembre 2013. Argentina.

 

 

Amilcar Moretti. Magali. Ed. setiembre 2013.
Amilcar Moretti. Magali. Ed. setiembre 2013.

 

 

 

Amilcar Magali. Magalí, en ed. 30 setiembre 2013. Argentina.
Amilcar Moretti.. Magalí, en ed. 30 setiembre 2013. Argentina.

 

 

 

Amilcar Moretti. Flor, ed. 30 setiembre 2013. Argentina
Amilcar Moretti. Flor, ed. 30 setiembre 2013. Argentina

 

 

 

Amilcar Moretti. Florencia, 2012-edición 30 setiembre 2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Florencia, 2012-edición 30 setiembre 2013. Argentina.

 

 

 

Amilcar Moretti. Flor, ed. 30 setiembre 2013. Argentina.
Amilcar Moretti. Flor, ed. 30 setiembre 2013. Argentina.

 

 

 Fotos y compaginación por AMILCAR MORETTI. madrugada lunes 30 de setiembre 2013. Argentina.

(Como siempre ERÓTICA DE LA CULTURA agradece el valioso aporte a la cultura que hace YOUTUBE y sus esforzados colaboradores. Destaca en este caso la banda sonora del filme «Eva» (1962, Joseph Losey), de una calidad superior compuesta por Michel Legrand, puesta a nuestra disposicion por Ifcopod el 11 de diciembre del 2011. También agradece a Mr.MyMac por Ron Godwin y «Servidumbre humana», y a Chiwhuugh por May Britt en su versión de Lola-Lola.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sobre “El Angel Azul”, ver:

http://www.pagina12.com.ar/2001/suple/Radar/01-08/01-08-19/nota1.htm

 

Sobre “Servidumbre humana”, ver:

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-31072-2011-10-31.html

 

Sobre Hypatia, ver:

http://siemprerebelde.wordpress.com/2007/11/30/hipatia-la-primera-mujer-de-ciencia-en-la-historia/

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