“La marcha de los partisanos”, de Maurice Druon.
Me digo que soy un sentimental. Es probable. Cada vez más me doy cuenta de que sí, que soy un sentimental. Debe ser por eso también que cada vez combinan más las lágrimas con mis ideas y memorias e imaginaciones.
Digo, Carlitos, lo que que te preguntaba es si te parece que hoy entre los socialistas y la izquierda francesas o del mundo (¡”las Brigadas Internacionales!”. “Por quién doblan las campanas”, de Hemingway y Gary Cooper), si te parece que aún quedará alguno, alguien, con ese espíritu heroico y sacrificado, sin dinero, de abandonarlo todo incluso familia y trabajo, en la pobreza, por un ideal igualitario y libertario?
¿Habrá?
¿O todo ya pasó? ¿O nunca fue? ¿Todo todo un invento del cine?
En el video al principio y final sobre los colores de la bandera francesa (la de la Revolución Francesa, aclaro, no la de Zarkozy-Carla Bruni) aparece Jean Moulin (todo un galán, gran seductor al parecer). Era el jefe de la Resistencia Francesa. Murió despedazado en las oficinas de la Gestapo en París.
¿Los pibes franceses de 20 años sabrán quién fue Jean Moulin? No, me aseguran que no. (1)
Eso te preguntaba. No sin cierta esperanza.
Decíme que sí, que tal vez…
Canta Philippe Leótard (1940-2001), actor, poeta, trovador francés.
Le chant des partisans – Philippe Léotard
Une interprétation inattendue par Philippe Léotard du célèbre “Chant des Partisans” de Maurice Druon.
Sa voix, sa sensibilité d’écorché vif donne encore plus de profondeur à ce monument en mémoire des tous ceux, célèbres ou restés anonymes, qui sont morts, ou on sacrifié tout pour que nous soyons libres aujourd’hui.
Et quand j’entends, que le lis certaines choses sur le net, sur les TV, dans la rue, je me dis que si aujourd’hui il fallait se battre pour le liberté, il y aurait surement plus de Pétain et de Lacombe Lucien que de De Gaulle et de Jean Moulin…
Je parage ce moment d’émotion avec vous, en espérant que vous le ferez connaitre autours de vous, surtout aux jeunes générations, pour n’oublier jamais !!!
(Una interpretación inesperada de Philippe Leotard de la famosa “Canción de los partisanos” de Maurice Druon.
Su voz, su sensibilidad desollada da aún más profundidad a este monumento en memoria de todos los célebres que se mantuvieron en el anonimato, que murieron, o lo sacrificaron todo por lo que hoy somos libres (N.del A.Dominio: por la invasión nazi a Francia y el gobierno entreguista del francés general Pétain)
Y cuando oigo que dicen ciertas cosas en la red, en la televisión, en la calle, yo me pregunto si hoy si tuviera que luchar por la libertad, no habría probablemente más Pétain y Lacombe Lucien que De Gaulle y Jean Moulin… (2)
Recorto este emotivo momento con ustedes, con la esperanza de que sabrán comprender a mi alrededor, especialmente las jóvenes generaciones para que nunca se olviden!)
Aún recuerdo al bruto ignorante de Cavallo, sacador de cuentas en favor de los otros de afuera y de su grupo y los ricos, acusándolo de “partisano” a Aníbal Ibarra, el ex intendente de Buenos Aires Ciudad, más desconcertado que de costumbre. Me preguntaba en aquel momento si lo inapropiado y fuera de circunstancia del calificativo se debía a una burda y previsible desinformación de Domingo Cavallo, ex ministro de economía de Menem, o bien era una expresión clara de su formación derechista autoritaria, que confunde a los partisanos italianos, franceses, griegos y yugoslavos contra el nazismo con simples terroristas delincuenciales, lo cual a su vez habla de la proclividad de Cavallo hacia cualquier tendencia de derecha. Para esta clase de tipos, siempre es infinitamente mejor un ordenamiento autoritario de derecha que una resistencia tumultosa y desorganizada de izquierda y republicana. Facho, en el fondo, Cavallo.
Y mejor sigo con Philippe Léotard
Philippe Léotard canta a Léo Ferré:
“Yo canto para pasar el tiempo
que me queda poco para vivir
como nos basamos en la escarcha
Como es el corazón feliz
A guijarros tiro en el estanque…”
UN INTENTO DE TRADUCIR AL INTRADUCIBLE A LÉO FERRÉ
Letras de canciones de Léo Ferré – Je Chante pasar tiempo
(Letras de canciones № 1)
Yo canto para pasar el tiempo que viví maravillas día y Tú Me acuerdo de ti en Y me rompió la barrera de los años Milagros Earful Nuestro universo no es lo mismo que viví maravillas día Que los dedos desentrañar A medida que el frente de la gloria Nuestra ojos eran los primeros en ver las nubes por debajo de nosotros Y la alondra de rodillas Que estos dedos desentrañar Nos Moonlight Para nuestros paladares y nuestras estatuas importa ahora que matamos noches caen doce y cincuenta y nueve de la noche de China ha establecido Comuna Nos Moonlight Y yo digo y lo digo de esta aventura fue larga vida Donde el hombre tomó el tamaño su voz a través de los bosques Mounts los mares y los secretos y lo digo y lo digo en Sí para aprobar la vez que canto en el arco de violín lleva los rebotes de remoción de piedra y mi amor está tocando cerca de mí en la atenuación de sombra Sí para pasar el tiempo que canto yo canto para pasar el tiempo en Sí para pasar el tiempo que yo canto.
(1) EL EJÉRCITO DE LAS SOMBRAS
Lunes 8 de julio, 2013
http://blogs.infobae.com/por-que-paris/2013/07/08/el-ejercito-de-las-sombras/
Por qué París
Por Claudia Peiró
(EL EJÉRCITO DE LA SOMBRAS) (3) “… Ese es el título de un film francés sobre un grupo de resistentes durante la ocupación alemana y las difíciles condiciones de clandestinidad en las cuales desarrollan su tarea. Uno de los personajes, Luc Jardie, viaja a Londres, donde el general Charles De Gaulle, líder de la Francia Libre, lo condecora. Al concluir el film, una leyenda aclara que “Luc Jardie murió bajo la tortura el 22 de enero de 1944 tras haber entregado un nombre: el suyo…”
Aunque aparece con nombre figurado, el personaje en cuestión está en realidad inspirado en Jean Moulin, el máximo héroe de la Resistencia francesa, quien murió hace 70 años, un 8 de julio, por las torturas padecidas a manos de la Gestapo.
Además del gran mérito del coraje y la consagración a una causa, Moulin merece el reconocimiento por su contribución a la unidad de los grupos resistentes que en los primeros tiempos libraban aislada y descoordinadamente sus acciones. Y su lealtad a Charles De Gaulle a quien, pese a ser socialista, reconoció como líder indiscutido. Además, muchos de los primeros grupos resistentes eran católicos y monárquicos, en el extremo casi opuesto del pensamiento de Moulin, laico y republicano. Pero él supo poner los intereses de Francia por encima de toda mezquindad, en momentos en que la Patria estaba en verdadero peligro. Aceptó el liderazgo de De Gaulle y contribuyó a hacerlo aceptar por los demás. Su principal colaborador era de ideas monárquicas, como prueba de que, para Moulin, Francia estaba primero.
Para recordarlo, voy a tomar “prestado” un artículo de André Larané, director de la revista Herodote, que con generosidad me permite siempre abrevar en esa fuente.
A continuación, la traducción de algunos extractos de la nota publicada en Herodote en memoria de Jean Moulin.
Un ícono de la resistencia
Jean Moulin (1899 – 1943) es uno de los patriotas franceses que se ilustró en la lucha contra el ocupante alemán, durante la Segunda Guerra Mundial. Desde el traslado de sus cenizas al Panteón, el 19 de diciembre de 1964, esta víctima de la barbarie nazi, muerto bajo la tortura en la Estación de Metz el 8 de julio de 1943, a los 44 años, se ha convertido en símbolo de la Resistencia francesa.
Un joven y brillante funcionario
Nacido en Béziers, Jean Moulin era hijo de un profesor de letras francmasón y radical-socialista, adjunto del intendente y presidente de la sección local de la Liga de los Derechos del Hombre.
Jean da muestras desde muy temprano de convicciones laicas y republicanas, a diferencia de la mayoría de los resistentes de la primera hora, católicos fervientes y a veces monárquicos.
Movilizado a fines de la Primera Guerra Mundial, en abril de 1918, Moulin escapa a la prueba de las trincheras.
Es por ese entonces un joven brillante, inteligente y seductor, que pasa su licencia en derecho y se convierte en jefe de gabinete del prefecto [autoridad ejecutiva de un departamento o región] de Savoie, en 1922, bajo la presidencia de muy controvertido Alexandre Millerand.
Se vincula desde ese momento con Pierre Cot, personalidad radical-socialista, quien va a confirmar su orientación a la izquierda del abanico político.
Poco dispuesto a una existencia ordenada, el joven Moulin se devora la vida, frecuentando artistas, practicando deportes y dibujo.
Es entonces cuando Pierre Cot, ministro del Aire, lo encarga de aprovisionar secretamente en armas a los republicanos españoles, en guerra contra los nacionalistas de Francisco Franco. Será su primera experiencia de clandestinidad.
En enero de 1937, se convierte en Rodez (Avveyron) en el prefecto más joven de Francia. Sus compromisos militantes le valen el calificativo de “prefecto rojo”. En junio de 1940, en el momento de la invasión alemana, Moulin está en Chartres, asumiendo el cargo de prefecto d’Eure-et-Loir…
El aprendizaje de la clandestinidad
El 17 de junio de 1940, en la prefectura de Chartres, los oficiales alemanes le piden que firme un texto de condena a pretendidos crímenes de las tropas africanas de Francia. Jean Moulin se niega. Es detenido y, esa noche, desesperado, intenta suicidarse cortándose la garganta. Es salvado a tiempo, quedándole una cicatriz que tomará la costumbre de ocultar con un echarpe.
Retoma sus funciones de prefecto en Chartres y acepta sin vacilar las primeras leyes liberticidas de Vichy, en particular el estatuto de los judíos. Pero es relevado de sus funciones el 2 de noviembre de 1940, por el gobierno de Vichy, que le reprocha su cercanía con al IIIª República y con el Frente Popular.
Por precaución, antes de dejar sus funciones, se hace fabricar en secreto falsos documentos de identidad a nombre de Joseph Mercier.
Establecido en la casa familiar de Saint-Andiol (Bouches-du-Rhône) se consagra desde entonces a su pasión por el dibujo y se convierte en marchand de arte (ésta será su cobertura oficial durante la clandestinidad). Teje sus primeros contactos con los embriones de movimientos de resistencia.
Es recién en septiembre de 1941, después de la invasión de la Unión Soviética por el ejército alemán y la mundialización del conflicto, cuando decide partir hacia Londres, usando su falso pasaporte a nombre de Mercier. Su intención es pedir ayuda a los ingleses y a los franceses libres que rodean a De Gaulle una ayuda para desarrollar la resistencia interior.
El 25 de octubre de 1941, Jean Moulin es recibido muy favorablemente por el general De Gaulle que aprecia su conocimiento de la resistencia interior y sus competencias de administrador. El jefe de la Francia libre, que tiene dificultades para hacerse reconocer por los resistentes de adentro, todavía poco numerosos, poco activos y divididos, pide a Jean Moulin que se convierta en su embajador o vocero ante ellos. Él acepta. Es lanzado entonces en paracaídas en suelo francés, cerca de Saint-Andiol, en enero de 1942.
A la vez que teje su red secreta bajo los nombres de guerra Rex o Max, a la luz del día Jean Moulin lleva adelante la vida apacible de un marchand y ex prefecto retirado. Goza del apoyo de Daniel Cordier, un joven “secretario” cercano a la Acción Francesa (monárquico).
La unidad a cualquier precio
La principal misión de Jean Moulin es la de unificar los movimientos de resistencia bajo la égida de De Gaulle, a quien le cuesta hacer reconocer su legitimidad por Londres y Washington. El principal de estos movimientos es el de Henry Frenay y Bertie Albrecht, llamado Combate y sólidamente establecido en la región de Lyon, en “zona libre”.
Ahora bien, Henri Frenay, oficial católico, está dominado por una preocupación: obtener armas y dinero, lo que los norteamericanos están en mejores condiciones de ofrecerle que el general De Gaulle. Por otra parte, al igual que Pierre Brossolette, intelectual de izquierda activo en la “zona ocupada”, lamenta que Jean Moulin quiera establecer la unidad de la Resistencia interior en otro a los antiguos partidos de la IIIª República. (…)
A fines de 1942, la situación se complica con la ocupación de la “zona libre” por el ejército alemán, el desembarco angloamericano en África del Norte y la llegada del general Henri Giraud a Argelia. El presidente norteamericano Roosevelt convierte de inmediato a este último en su interlocutor privilegiado en detrimento del general De Gaulle.
Es recién en la primavera de 1943 (marzo) que Jean Moulin logra recoger el fruto de sus esfuerzos. El 8 de mayo de 1943, en un mensaje sin ambigüedad, pide “la instalación en Argelia de un gobierno provisorio, bajo la presidencia del general De Gaulle; siendo el general Giraud el jefe militar”. Efectivamente, ambos generales crearán el 3 de junio siguiente un Comité francés de Liberación Nacional.
Finalmente, el 27 de mayo de 1943, Moulin reúne clandestinamente a los principales jefes de la Resistencia en el 48, calle du Four, en París, y los convence de fundar un Consejo Nacional de la Resistencia (CNR) bajo la conducción de De Gaulle.
El 21 d ejunio de 1943, el flamante CNR se reúne en Calluire, una pequeña ciudad cercana a Lyon.
Pierre de Bénouville, colaborador de Henri Frenay en Combate, decide enviar a esa reunión a René Hardy, [cometiendo así una grave imprudencia ya que] éste había sido detenido pocos días antes por la Gestapo de Lyon y de inmediato liberado, lo que podía llevar a pensar que estaba bajo vigilancia.
De hecho, la Gestapo llegó al sitio de la reunión. Sólo Hardy logró escapar. Los alemanes no tardaron en identificar a Jean Moulin como el jefe de la Resistencia interior. Lo trasladaron a París y luego lo pusieron en un tren hacia Berlín adónde nunca llegó. El 8 de julio murió por causa de las torturas y el maltrato en la estación de Metz, al este de Francia.
Apoteosis
El 19 de diciembre de 1964, en ocasión del 20 aniversario de la Liberación, el escritor André Malraux, ministro de Asuntos Culturales (del gobierno de Charles De Gaulle), organiza el traslado al Panteón de los “restos presuntos” de Jean Moulin
(…)
Frente a las cámaras de televisión, en una tarde de invierno glacial y ventosa, el ministro pronunció con su voz fuerte y trémula, de timbre inimitable, palabras que marcaron para siempre las conciencias: “Como Leclerc entró en los Inválidos, con su cortejo de exaltación en el sol de África, entra aquí, Jean Moulin, con su terrible cortejo. Con aquellos que murieron en los sótanos sin haber hablado, como tú; e incluso, lo que es más atroz, habiendo hablado (…) Es la marcha fúnebre de las cenizas que están aquí. Al lado de las de Carnot con los soldados del año II, de las de Víctor Hugo y sus Miserables, de las de Jaurès veladas por la Justicia, que reposen con su largo cortejo de sombras desfiguradas. Hoy, juventud, puedas tú pensar en este hombre como hubieras acercado tus manos a su pobre rostro informe del último día, a sus labios que no hablaron; ese día, él era el rostro de Francia…”
André Larané
Revista Herodote
(2) Pétain fue un general francés, héroe de la Primera Guerra Mundial, que durante la Segunda Guerra (1939-1945) decidió pactar con Hitler y dividió a Francia en dos mitades, una con base de Clichy, colaboracionista e pronazi, antijudía y anticomunista. La otra seguía con París como capital y se convirtió en territorio de operaciones importantes de los partisanos o Resistencia francesa contra la ocupación militar alemana.
En cuanto a “Lacombe Lucien” es el nombre del protagonista de la película homónima de Louis Malle, gran realizador ya fallecido, que de chico humilde sin conciencia política se convierte en un ferviente colaboracionista de los nazis, y toma las armas con notable ferocidad contra su propio pueblo.
De Gaulle, que encabezó a la república de Francia desde Londres, ya se sabe todo, o debiera saberse. Ocupó la presidencia de Francia varias veces y convirtió a su país en un potencia, siendo de derecha moderada aunque no tanto. Jean Moulin, jefe de la Resistencia antialemana.
(3) “El ejército de las sombras” es una notable novela francesa sobre la Resistencia. Un thriller político. Hay una muy buena versión en cine, también titulada “El ejército de las sombras” en que LINO VENTURA, ya fallecido, interpreta obviamente a Jean Moulin aunque así no se lo reconozca. Moulin, como se dijo, murió en una estación de trenes, en Metz, por efectos de las torturas en París de la Gestapo y colaboradores franceses.