NOELIA ES Y ESTÁ MIENTRAS ESCUCHO LOS CASCOS DEL CABALLITO, AFUERA, EN LA CALLE. ME ASOMO, LOS VEO. GRABO. Por Amilcar Moretti

AMILCAR ACERCA DE NOELIA: DEPARTAMENTOS 46 (Y 15), en LA PLATA

 (Noelia no se da cuenta, es bella y vital y ya está. No cree en el humano, me dice, más o menos. Poco, poco después de los 20 y no cree en los humanos. Irá a vivir sola al Delta, alejada de todo y, tal vez, de casi todos. Noelia, es. Es y ya está. Yo, en cambio, me quedo. Ya huelo el shock e igual me quedo. El Shock está en el aire. Aguardo. Lo conozco, lo he visto antes dos y tres veces. Se va a descargar, impiadoso) (AMILCAR MORETTI)

(VER ÚLTIMA IMAGEN, DESPUÉS DE NOELIA. AL FINAL DE TODO)

Mientras Noelia es y le basta con estar así, desnuda, en el suelo, vital, plena, yo de pie escucho los cascos del caballito en la calle y me asomo por la ventana de la planta alta del dúplex. Y los veo, allí están. Son tres. Contradicciones, tensiones, una sensación de malestar. Afuera está gris, pegajoso, llovizna. (Amilcar)