En el 2020-21 el desnudo fashion femenino ha casi desaparecido de las publicaciones de moda y tendencias más prestigiosas del mundo. Este tipo de erotismo chic se ha centrado casi exclusivamente en la temática homosexual, lesbiana o gay. Las revistas de la alta industria de la moda y tendencias, en el Norte (y desde el norte) lo han tornado tan evidente como repetitivo. Igual con lo «racial». Donde antes había discriminación hoy hay una forzada incorporación de figuras afro y orientales. La moda industrial mundial, con centro en el Norte del planeta, con sus tradicionales metas comercial-publicitarias, circula en torno a la homosexualidad y la Diversidad como (supuesto) signo de libertad cívica que consolida la igualdad. Mientras, la desigualdad social y económica se profundizó y es catastrófica. Lo hétero femenino ha quedado relegado, aunque los desnudos de modelos famosas por destacados fotógrafos también han interesado siempre, aunque en menor medida, al público femenino. Y no solo al masculino, según la repetida explicación sobre las causales machistas o patriarcal (en verdad, patrilinealidad, también en crisis). AMILCAR MORETTI