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TRADICIONAL JUEGO DE LAS CALZAS (RAYADAS) (1): “Juego-experimento sobre el efecto de la comunicación en el público y sus protagonistas. Exploración sobre las posibilidades inagotables del lenguaje (visual), su capacidad de ser verosímil y persuasivo, y su peligroso y a la vez fabuloso potencial de ser (o parecer) verdad al tiempo que pura imaginería (o mentira, según una interpretación literal rígida)”

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El primer día del affaire de las calzas rayadas aumentó el número de visitantes en unos 800. Después bajó, en seguida. Se retrajo. Y es más, se revirtió el proceso de visitas de internautas: disminuyó por debajo de lo regular diario, desde hace meses estimado entre 700 y 800 personas, a veces mil, a veces 500. Ahora está ya regularizado.

 

Amilcar Moretti. Madrugada 23 de abril 20145. Buenos Aires.
Amilcar Moretti. Madrugada 23 de abril 20145. Buenos Aires.

 

 

 

Escribe
AMILCAR MORETTI

 

                   

              . Amilcar Moretti. Autorretrato. 2014. P2250093No un experimento sino una operación mediática, comunicativa. Tampoco hubo planificación en busca de resultados previsibles. No me interesa eso, no nos interesaba. Quería saber qué iban a pensar, los erotizados y las/os curiosas-envidiosas de una bella ángel que de pronto hiciera algo no aprobado socialmente, al menos de modo público. Quería pergeñar algo que sucede todos los días, a cada rato, en todas las familias, sin que nadie se escandalice ni sorprenda. A ver (pienso en mí) ¿quién en su vida que ame los libros no se llevó uno de la librería o biblioteca y nunca lo volvió al estante? Los memoriosos recordarán que tengo una modelo a la que quiero mucho, afecto que he declarado y repetido, que así obtuvo su Saramago. Fue bueno, seguimos el trabajo juntos, muchos se enamoran de ella -hasta una profesor universitario México que le escribe aquí- y ella, entre tanto, leyó una buena novela. Nos vemos y sesionamos muy seguido y solemos reírnos del hecho. La quiero mucho.

             

                 

                     Yo ahora quería completar la fórmula conjuntiva de belleza, angelicalidad y el “Mal”, algo así como un Ratón Mickey cuando en la película de Disney ensaya ser el Aprendiz de Brujo y las escobas se le reproducen por miles, sin que las pueda parar mientras suena la música (1899) de Paul Dukas, en la célebre “Fantasía (1940). Primero, ligeramente, me dije: un homicidio, no. No, no está en nuestra sensibilidad, aunque el asesinato pueda ser considerado -se repite–como una de las bellas artes (Thomas de Quincey, británico, principios del siglo 19). Una estafa, presunta, no; un fraude, tampoco, no, son feos. Corruptivos,  fealdades; no me enorgullecen. Pueden enriquecerme, pero no enorgullecerme. No está a la altura de lo que yo pienso de mí (y eso, a veces, es un problema). 

          Pero ahí fue como explotó -ya había brotado, aquí y allá, de a poco- el operativo de inteligencia y mediático de los motochorros. La tentación y la incitación al linchamiento. Todos sabemos que hay motochorros, que siempre hubo chorros. Al que duda que haya más que antes, por ejemplo en la década de cavallo-menem, le envían un motochorro, así sale de la duda. En fin, que digo lo que pensé desde el principio: la última, reciente ola de motochorros fue organizada, alentada, “liberada”, estimulada, agrandada. Y ahí se produjo el primer desmadre. Asesinar a alguien a patadas. Además, era -es-inocente, un pibe laburante. En fin, otra tarea de desgaste para el golpe de estado “blanco”, “democrático”, tipo Ecuardor, Venezuela…

         

                 “Matarlo a patadas”. Colgarlo de un poste. Infamia, regocijos del Mal, lujuria de la agresión contra el indefenso. Experiencia ya probada, a veces colectivamente (6 millones de judíos, por decir lo más recordado). Pero de esa porquería surgió mi idea. Una mujer bella, ya presentada como sinónimo de angelicalidad, se lleva algo de mí domicilio. ¿A ver qué pasaba?, era la cuestión. Cómo reaccionaba la gente; mejor, el visitante de ERÓTICA DE LA CULTURA. Y  ahí surgió algo que me sorprendió, fluctuante, en proceso cambiante. El primer día aumentó el número de visitantes en unos 800. Después bajó, en seguida. Se retrajo. Y es más, se revirtió el proceso de visitas de internautas: disminuyó por debajo de lo regular diario, desde hace meses estimado entre 700 y 800 personas, a veces mil, a veces 500. Ahora está ya regularizado. (DE TODOS MODOS, CONFIESO, SEGÚN INTERPRETO, QUE CUANDO MÁS BAJÓ LA CANTIDAD DE VISITANTES A EROTICA DE LA CULTURA FUE CUANDO SEÑALÉ DE MODO EXPLÍCITO QUE APOYABA LAS POLÍTICAS DE CRISTINA KIRCHNER. FUE HACE UN AÑO Y MEDIO, y LUEGO SE REPUSO LENTAMENTE. AHORA SOSPECHO QUE MUCHOS DESEAN QUE ESCRIBA SOBRE LA ACTUALIDAD).

         Creo que lo de la muchacha angelical a muchos les produjo algo confuso. Sintieron lástima de la víctima, que no era yo sino ella. Ella fue interpretada como la víctima. Eso en una sociedad donde una gran parte asesina a patadas a alguien que arrebata una cartera. Aquí no hubo robo. Ni siquiera hubo hurto, ya una figura menor. Por un lado, recibí comentarios maliciosos, de mujeres, que querían conocer detalles. Desagradable. También algún mail de “indignado”: le gente suele indignarse por asuntos contradictorios, o indignarse -o no- contradictoriamente. Desaparecer 30 mil es una cuestión política, abstracta si se quiere, para muchos  que no la sufrieron. Hurtar dos chorizos y 200 mangos es para el linchamiento. En fin, a los días, interpreto, se apoderó de los seguidores como una especie de vergüenza: pensé en mí, cuando he llevado un libro. Como si a uno lo sorprendieran en una intimidad en el baño.   

             Extraño mi “operativo”, sus consecuencias, digo. A patadas sí, pero una chica linda, no. (aunque es posible que si el hecho hubiese ocurrido en un comercio, los varones decentes la violaban por “motochorra”). Algunos, noté se distanciaron. Otros hicieron silencio. Lo más prudentes fueron estos. Creo aquí que. de algún modo, temieron por sí mismos. Se dijeron ¿qué me espera a mí? En un universo internético donde se hace un espectáculo público de lo íntimo ( las “selfies”, por ejemplo), ciertas circunstancias hechas públicas resultan insoportables, como una especie de violación. Otras chicas, seguras de sí mismas, continuaron igual. No preguntaron, confían en mí. Mejor: confían en ellas. Está bien. Y en esa línea se sumaron otras, nuevas, con deseos de participar. Pronto se conocerán. Son bellas, lindas, jóvenes, angelicales, como a veces somos, parecemos, muchos. O algunos.

          ¿Conclusión? Me parece que opera algo como lo angelical, concepto difuso, que disculpa al ángel, sobre todo si es bonito, bonita. Me recordó un poco el “operativo Olmedo” y la incidencia de lo que se hace público en los medios, sin importar si es así como dicen los medios o no. Todos creen lo que dicen la prensa, la televisión. Para el que no estuvo, no lo vio o escucho, para el que no lo leyó como historia, cuento:  el Negro Olmedo, el célebre Mago Ucraniano, un día de mayo de 1976, a poco tiempo de iniciada la dictadura desaparecedora de gente, al comienzo de su programa de entonces, “El Chupete”, creo, hizo anunciar a un locutor que la entrega ese día no se transmitiría porque Olmedo había “desaparecido”, es decir, muerto, fallecido. Fue un shock para todos, para el país. A los pocos minutos apareció Olmedo y le dijo en pantalla a sus compañeros de elenco -que estaban probándose su ropa, ¡chiste genial!- que sólo había llegado tarde. La dictadura tuvo cola de paja, aún ante el simple “mal gusto”: levantó el programa y rescindió los contratos de todos. Olmedo pudo regresar a la televisión recién cuatro años después, por el mismo canal, el 13, junto a Susana Giménez. “Mal gusto” no; tortura, picana, despellejamiento, violaciones sexuales, cuerpos arrojados con vida desde aviones, sí. Extraño. 

              La broma de “mal gusto” es un operativo que ensayan y ponen en práctica a menudo los organismos de inteligencia, no aquí en Argentina el gobierno, sino los organismos de inteligencia o factores de poder desde hace años contra el gobierno del ciclo Kirchner. Después de la corrida de los dólares, donde se registraron grandes ganancias para los que más ganan y se aceleró la inflación para los que menos ganamos, se produjo el operativo motochorros, que los hay, claro. Como juego mediático que sirve para medir o llamar la atención tiene una vieja tradición: Orson Welles al anunciar por radio por 1940 que había una invasión entraterrestre y transmitió sobre los primeros hechos. O hace no tanto Joaquín Phoenix, dirigido por Casey Affleck, buen director como su hermano, el actor Ben Affleck, que filmó un documental para anunciar que Phoenix se retiraba del cine, en pleno éxito, apenas terminada la filmación de “Amantes”, recientemente proyectada por televisión de cable, a la cual me he referido semanas atrás.

                Phoenix, que aparecía en pantalla con barba, confesó que lo hacía estragado por las drogas prohibidas y el “exceso de prostitutas”, y que de ahí en más se dedicaría a la música, ya que tiene un grupo. Aquí en ERÓTICA DE LA CULTURA, cuando era solo Blog, en marzo del 2012,  escribí lo siguiente, que tiene plena vigencia, y así parece ser según el operativo medias a rayas:

 

 

 

                    “I’M Still Here” un documental o “falso”-documenta (…) “Falso” porque después de haber resultado efectivo y creíble la novedad (el abandono de la carrera cinematográfica de Joaquin Phoenix), se reveló que todo –meticulosamente filmado durante su acontecimiento, antes y después- no fue más que una broma. O mejor: un juego-experimento sobre el efecto de la comunicación en el público y sus mismos protagonistas. Además, una exploración sobre las posibilidades al parecer inagotables del lenguaje del cine, su capacidad de ser verosímil y persuasivo, y su peligroso y a la vez fabuloso potencial de ser (o parecer) verdad al  tiempo que pura imaginería (o mentira, según una interpretación literal rígida).”

(ver:

https://amilcarmoretti.wordpress.com/2012/03/08/cuando-joaquin-phoenix-dirigido-por-casey-affleck-hermano-de-ben-anuncio-su-retiro-del-cine-estragado-por-drogas-prohibidas-y-el-sexo-pago-con-senoritas/

 

 

Modeló para AMILCAR MORETTI: FLORENCIA DAVIDOVICH (¡flor de piba!)

 

(1) En realidad, las supuestas calzas rayadas a lo largo no eran tales, sino medias a medio muslo y con rayas horizontales. Lo de Gus Van Sant fue un invento al voleo. Me dije, salvo los pibes y cinéfilos, la mayoría ha de preguntarse: ¿Y quién es Gus Van Sant? ¿Tan importante es?

 

Amilcar Moretti. madrugada 23 abril 2014. Buenos Aires, 2._1227

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