“Tarde de lluvia en La Plata. Años después. No me pregunte por dónde anduve porque no tengo idea. Sé que volví a escribir Bañez en el buscador de google, como tantas otras veces. Ya casi no hay nuevos comentarios… Será así, solo la ilusión de creer que nuestras ideas tienen algún valor y por eso las contamos, las escribimos.
“Muchísimas gracias por su respuesta.
“Extraño a Bañez y mi pobre escritura lo extraña el doble.
“Saludos, con los pies mojados.”
(texto de Jota Ve o Julieta Villarroel, que extraña también a Gabriel Bañez, que hace poco más de cuatro años que eligió suicidarse, y dejar su literatura junto a nosotros, pobres custodios de pocas muchas cosas cosas)
“Es que tal vez estemos destinados al olvido. Sobrevivirá, con suerte, alguna palabra, alguna frase bien construida, como máximo. Todo verdor perecerá, repito al poeta, siempre. Pero nos quedará al menos el recuerdo de ese esplendor en la hierba. Y después, nada. Acaso el gran dolor es que no hay nada detrás. La sospecha infatigable de que no hay nada, salvo esa (tu) gugleada, esa (tu) tarde de lluvia, tu escritura y lo que puedas ser feliz. No te llevarás otra cosa, lamento decirte, y quizás en el medio de la nada no sea tan poco. Mi eco, mi sombra y yo, dice McCartney.” (Amílcar Moretti)
Por
AMILCAR MORETTI. Lunes 9 de setiembre 2013. Buenos Aires, Argentina.
2 Comentarios
Vale volver. Y volver. Y volver.
Podría agradecerle muchas cosas… La belleza de las formas, la calidez de las palabras, la enorme consideración para con mis recuerdos. La música.
Elijo la lágrima que va cayendo en este anochecer. Gracias por ella.
Saludos.
Julieta, Julieta… no nos hemos visto. pero algo te conozco, o empiezo.
Gracias. Vos lo querías, bien querido (no estoy muy seguro de qué significa eso), y además se lo harías saber. Esa es buena.
Gracias. La lágrima viene bien, porque es la forma del recuerdo, aquí de lo que te hizo estar bien. Cómoda con la vida. ¡¿Qué palabra esta palabra “cómoda”?! Es descalificada, o subestimada. Supongo que por el lado de su asociación con el consumo en vacío. ¡Pero que bueno es estar cómodo con la vida! Sentirse en comodidad. Tu lágrima es, en parte, eso, comodidad con la vida. Lo conociste, los apreciaste, te enseñó, aprendiste, ¿qué mucho más se le puede pedir al otro? Buena lágrima, la tuya.
Yo -nosotros- estábamos (sin acordarnos a cada rato) siempre recelosos. No hubo motivo, creo. Pero era como riña de gallos. No era que pensáramos todo el día en el otro. Era con el frente a frente físico. Riña en el gallinero, entre gallitos de pelea y púa en las patas.Lo peor es que a mí los puazos y picotones me salían sin proponérmelo (conscientemente, bah, sin que “yo” supiera lo que estaba haciendo). Pero también a veces nos pedíamos favores. Y una o dos veces me acerqué a él para darle. Siempre digo que él se extrañó. Siempre pensé que no se había extrañado tanto por mí como por él mismo, como si creyese que no se lo merecía. Él boxeaba mejor que yo, siempre repito; además era unos 25 kilos más pesado. Otra categoría. Me doy cuenta que, por niñez enseñada y entrenada, mido a los varones masculinos con la medida del boxeo. Pero le propiné mis buenos golpes, dejándolo dolido sin que (yo) lo supiera bien.
Lástima. Pero, qué sé, yo, me parece que la vida es a pérdida. Las ganancias son día a día, si se las disfruta. Sí decidís irte es que tomás el camino vos mismo: nunca supe si la Gran Dama Muerte, Señorona y Bien Sensual-Carnal a veces la Hija de Puta, se alegra o no en esos casos. Ahí nunca supe si se alegra o no. El que va a buscarla, la busca. No elige ella. ¿O es que la Gran Dama ha elegido antes y nos hace creer que elegimos en libertad!
¡Buena esa lágrima!!!!! Lágrima de Mina que quiere y es consecuente. Y sin eso, el Macho no existe, no Es.