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(LA VERDAD DE LA MENTIRA) Unos segundos, poco más de 3 minutos, diez parejas, diez besos entre extraños. Un acercamiento, una forma de conocerse, decidida y tierna. Tal vez, si todo fuera así… (escribe AMÍLCAR MORETTI)

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Un beso profundo, en la boca, entre dos desconocidos entre sí. Diez parejas, 20 extraños con el otro a quien besar y por quien ser besado. Un acercamiento, una forma de conocimiento. Lo sorprendente es que el hecho -voluntario, elegido, gratuito- es que tiene “permiso” social dado por una cámara de cine. Un registrador de imágenes en movimiento probado por dos franceses, Lumiére y Meliés, el primero para el documental y el verismo, el segundo para la ficción fantástica. La joven cineasta TATIA PILIEVA, de origen ruso residente en Los Angeles, Estados Unidos, es la encargada aquí de dirigir esa cámara hacia los que se besan por primera vez sin conocerse, o para conocer, o probar cómo es (el beso, el amor o el cine), o para erotizarse, o por atrevimiento, por aburrimiento, para enamorarse, por curiosidad, por… por… (sigue cada uno que vea el video de 3 minutos a continuación)

 

 

(¿HAY QUE PEDIR “DISCULPAS” POR HACER EL ANÁLISIS CRÍTICO DE ALGO QUE “NO EXISTE”? No, vale. Si uno no es ingenuo y si uno no miente cuando escribe, vale. Aclaro: el miércoles escribí el comentario analítico sobre el video de gente que se besa encargado por una casa de ropa de Los Angeles (EE.UU.), que incluye una valoración crítica. Hoy sábado me entero de que la “espontaneidad” de los besadores -supuestamente se conocían en el set minutos antes de besarse-, no era y ni fue tal sino que todo estaba armado y planificado desde bastante antes. No cambié nada de mi comentario original. Además, creo haber insinuado alguna sospecha sobre la supuesta “naturalidad de un primer encuentro entre extraños”. Al verlo varias veces, el mismo miércoles noté que todo aparecía demasiado “armado”, prolijo, “perfecto”. Lo cual no invalida la emotividad que produce. Si hay algo cuestionable en eso puede radicar en esta forma de vender (ropa en este caso) que apela al engaño y el fingimiento para producir emoción y una tierna (o cómoda, inocente, boba) afectividad reconciliadora con el mundo y la esperanza. Todo lo demás, que la construcción del video de besadores “anónimos e improvisados” era y es un VERSO (FICCIÓN, una de sus) no es otra cosa que el cine mismo. El cine puede ser verdad y no por eso debe apelar a historias realmente ocurridas. La ficción suele ser más o tan verdadera como un documental, que también ficcionaliza. Y un documental puede mentir, ser pura imaginación. Lo sabe cualquiera que esté cerca del cine o la literatura o la fotografía y no tenga una visión “primitiva” en el sentido de anterior a cualquier culturalización ilustrada e informada. Experiencias y demostraciones de este tipo se han hecho muchas en más de un siglo de cine. Pero basta recordar la reflexión conocida hecha por Woody Allen en “Zelig” (1983) y también en “La rosa púrpura del Cairo”, dos años después. (AMILCAR MORETTI) 

 

 

 

 

 

Escribe

AMÍLCAR MORETTI

(viene de arriba)

Miércoles 12 de marzo 2014.
Argentina.

 

 

                  En los tres minutos, poco más, de “First Kiss”, Tatia Pilieva llega a algo que no deja de sorprender por lo emocional. Como que el espectador puede comenzar con la prevención del prejuicio (sexual) y de inmediato pasarse, sin darse cuenta, a la ternura, lo emotivo, lo afectivo. El afecto por lo que uno ve en la pantalla, o uno siente en el cuerpo. Hay un momento en que la “historia”, el “tema” -beso de lengua entre dos extraños que se encuentran por primera vez, también con nosotros que nunca antes los habíamos visto-, más la situación y el tratamiento (ya hablo de eso), cambian lo que siente el espectador o lo que puede sentir.

                No es que quede de lado lo sexual -lo sexual nunca queda de lado, más aún entre jóvenes y bellos-, sino que lo “sexual” del video se confunde con la emotividad y lo ético sin que lo físico, lo corporal deje de estar presente. Casi podría decir: en principio fue el cuerpo, la carnalidad, lo corporal…, recorridos en el hombre no solo por el lenguaje sino también por las emociones, la afectividad, los sentimientos, la naturaleza. Las ambivalencias de la sexualidad en su variante más explícita y profunda: lo genital, aquí por el principio del beso. El beso en la boca, en especial con lenguas confundidas, es el principio de la genitalidad, que también puede ser afectiva, y es afectiva (de afecto, afecto por ternura y compañerismo -no hablo de amor-, o afecto como agresión, porque la agresión forma parte de los afectos humanos). Hay una genitalidad afectiva, aunque lo genital por lo común -por sí solo, por sí mismo- sea o esté desvalorizado (y sin embargo, continúa como cuestión central). Es verdad, no habría humano sin amor. Tampoco lo habría sin genitalidad, sin intercambio genital.

 

 

           En “First Kiss”, Tatia Pilieva (que tiene tres producciones anteriores, desde el 2006, una para televisión) cuenta mucho el sonido, esto es, la música. Es de Soko, también participante entre los besadores varones. Interpreto que el crecimiento en lo emocional que producen esos besos entrecortados (resultado del montaje que salta de una pareja a otra, de una amplitud de plano a otra, de encuadramientos próximos a otros más distanciados de las parejas) tiene mucho que ver con la música, que sube en intensidad al tiempo que el coro que entona acompaña como en una letanía casi religiosa, o de melancolía, o de alabanza, de color celeste (no quiero decir celestialidad -?-), de jubileo. De jubileo, de indulgencia universal por el beso, quizás el amor, o el afecto, el contacto de los cuerpos que han decidido no rechazarse.

 

 

 

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                      El beso en la boca, en especial con lenguas confundidas, es el principio de la genitalidad, que también puede ser afectiva, y es afectiva (de afecto, afecto por ternura y compañerismo -no hablo de amor-, o afecto como agresión, porque la agresión forma parte de los afectos humanos). Hay una genitalidad afectiva, aunque lo genital por lo común -por sí solo, por sí mismo- sea o esté desvalorizado (y sin embargo, continúa como cuestión central).

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            Curioso: hace unos días, un gran amigo escritor, Jorge Zentner, radicado en España desde la última dictadura militar, mencionó la jubilación como el jubileo. Para los judíos (Zentner lo es), el jubileo es una celebración cada cincuenta años. Y ahora me pregunto por las mías: ¿un beso profundo cada medio siglo con alguien que no rechazas? Poco, nada, un calvario. El desierto, el estío. Para un cristiano, jubileo es una indulgencia, una especie de disculpa o dispensa concedida desde el Vaticano cada tanto y en ciertos momentos. Poco, nada también. El infierno aquí, un beso en la boca cada muerte de obispo, o muerte de papa. Desierto puro.  Las llamas, no del deseo de los cuerpos, precisamente. El lamento de la mente afiebrada. Sin besos. ¿Hay algo peor que no poder besar a una mujer que te guste, a un varón que te guste? Sí, dirá alguno, muy decepcionado ya: el beso de Judas. El beso Michael Corleone (Al Pacino) al hermano que ha ordenado asesinar.

 

 

                      Al principio me referí a otro aspecto de singulares características: el beso profundo -francés, de lengua- no es un hábito, costumbre o práctica libre que pueda ejercitarse con cualquiera en cualquier momento y lugar, menos si no se conocen los que van a besarse. Si acariciar las nalgas de una mujer desconocida en la vía pública está penado, me imagino lo que podría suceder si se besara a la primera mujer u hombre atractivo visto en la calle, con agregado de fuerte y amoroso abrazo. Sin embargo, frente a una cámara y previa firma de contrato, sí, es legítimo. En el corto de Pilieva -se comenta- nadie cobró nada, nadie recibió dinero. Y fue hecho como promoción por la empresa de ropa femenina de Los Angeles llamada Wren. En ABC News (1) comentan que la ejecutiva y fundadora de la compañía, Melissa Cooker, convocó para el trabajo a su vieja amiga de colegio secundario, Tatia Pilieva, quien le ayudó también a reunir a los protagonistas y actuantes para el “primer beso” (the first kiss).  Eligió bien, en menos de dos días vieron el clip más de 10 millones de personas y en el mismo horario superó en audiencia a una esperada entrevista al presidente Obama.

 

 

 

 

                   El desarrollo del relato está estructurado de forma sencilla y a la vez muy bien estudiado: cortes de montaje, una pareja, luego otra, y otra, y otra, el primer momento, la presentación de los desconocidos, el saludo, los “preparativos” de los cuerpos (como se alistan los corredores o boxeadores antes que suene la campana o disparo) , el nerviosismo o desenfado, el acercamiento, el beso, el abrazo, el contacto de los cuerpos, los labios, las lenguas, y a partir de allí el relato se prolonga como…como un beso, aunque un beso corto. Hubiera querido, creo que nos pasa a muchos, que durara más.

 

 

 

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                 El desarrollo del relato está estructurado de forma sencilla y a la vez muy bien estudiado: cortes de montaje, una pareja, luego otra, y otra, y otra, el primer momento, la presentación de los desconocidos, el saludo, los “preparativos” de los cuerpos (como se alistan los corredores o boxeadores antes que suene la campana o disparo) , el nerviosismo o desenfado, el acercamiento, el beso, el abrazo, el contacto de los cuerpos, los labios, las lenguas, y a partir de allí el relato se prolonga como…como un beso, aunque un beso corto. Hubiera querido, creo que nos pasa a muchos, que durara más.

 

 

 

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               Las parejas son diversas: las hay heterosexuales, gays, lesbianas, jóvenes, de edad intermedia, más maduros, creo que clase media todos. Pulcros, todos lindos, algunos más, pero todos lindas y lindos a su manera. Cuentan también que dejaron que las parejas se buscaran o encontraran solas… No sé bien qué significa esto. ¿Hubo un casting donde a cada uno le preguntaban si te gusta éste, o esta otra, cuál, o este otro…? Interesante saberlo, porque si hubo un encuentro previo, aún a través de imágenes del otro, las cosas tienen otro significado. Bueno, no importa. Al fin y al cabo, el cine es ficción, siempre, aún lo documental. ¿Por qué? Porque un mismo hecho puede ser filmado de diferentes maneras. El hecho es verídico, veraz, ocurrió u ocurre, pero cómo lo filmo, qué muestro y que no, es un punto de vista, una mirada, una manera de pensar e imaginar. Es decir, ficción, aún en amplio sentido.

 

 

 

 

                Un dato que cita ABC News, tal vez como publicidad de Wren: al parecer, algunas de las parejas resolvieron encontrarse de nuevo, tomar un café, conversar… momentos que no sé si son más o menos que un beso, más o menos que el amor, más o menos que la afectividad.

 

 

 

(1) http://abcnews.go.com/blogs/headlines/2014/03/first-kiss-the-story-behind-tuesdays-real-viral-hit/

 

 

Tatia Pilieva, en Los Angeles. (de IMDb)
Tatia Pilieva, en Los Angeles. (de IMDb)

 

 

 

 

“EL VIRAL DE LOS DESCONOCIDOS BESÁNDOSE

QUE RESULTÓ SER UN ANUNCIO”

 

 

 

“El video que ha revolucionado las redes estaba protagonizado por actores y modelos para promocionar una marca de ropa.”

 

http://smoda.elpais.com/articulos/el-viral-de-los-desconocidos-besandose-que-resulto-ser-un-anuncio/4585

 

 

 

Por NOELIA RAMÍREZ 

12 de marzo 2014

 

 

 

“La premisa del video era captar qué ocurre cuando dos desconocidos se besan.”

 

 

 

 

 “Si en las últimas 48 horas no ha consultado sus redes sociales o leído algún periódico digital quizá todavía esté a salvo. En caso contrario, seguro que se ha hartado de ver en su Facebook, Twitter o red social personal alguna entrada de un conocido comentando lo maravilloso que es el video de los extraños que deciden darse un primer beso delante de una cámara y bajo un impecable blanco y negro. El video, titulado First Kiss, apareció hace dos días en el canal de YouTube de su directora,  Tatia Pllieva, bajo este texto: “pedimos a 20 desconocidos que se besaran por primera vez…”. En tres días, ya ha conseguido más de 21 millones de visionados, y sigue subiendo.

 

 

 

                “Compartido hasta la saciedad, lo que muchas webs de información no captaron era que, en realidad, el supuesto experimento artístico que capta cómo actuamos en ese primer encuentro era un fashion film. Una campaña de promoción de la firma de moda estadounidense Wren. El clip se lanzó dentro de la semana que la web de tendencias Style.com dedica a los videos de moda.

 

 

 

 

             “Desde Slate desvelaron que el video “era precioso porque estaba protagonizado por modelos, músicos y actores”. Una de ellas es Langley Fox, hermana de Dree Hemingway, también hay componentes de las bandas OK Go y The Like y entre los “extraños” también está Soko, la autora de la canción que se escucha en el video, We Might be dead by Tomorrow, que solo ayer consiguió un millón de descargas en iTunes.

 

 

 

 

                        ” Quién ha obrado toda esta estrategia perfecta de comunicación es Melissa Coker, creadora y directora creativa de Wren y experta en realizar trabajos de esta índole en el pasado. Ha trabajado con Gia Coppola y Tavi Gevinson, a la que ya hizo cantar en uno de sus videos promocionales:

 

 

 

                     ” Coker defiende su video asegurando que “cada temporada hace este tipo de fashion films”. Clips que “sean más interesantes por sí mismos y que no parezcan anuncios, capaces de emocionar a la gente y que no solo lo vea gente del mundo de la moda, sino gente normal que no está para nada conectada entre sí”.

 

 

 

 

                 “El objetivo, sin lugar a dudas, se ha cumplido. Su video ha conseguido la repercusión deseada y la marca ha captado muchísima más atención que cualquier presentación o desfile. “Esto ha excedido mis deseos de tener algo que sea interesante para la gente, más allá del ángulo de la moda”, ha contado Coker a la web Fashionista. Puede que la ropa sea lo de menos en su video, pero sus prendas ya acumulan 21 millones de visionados. El esperadísimo estreno de Ghesquière en Louis Vuitton, apenas acumula 9.000. Hagan cuentas.”

 

 

 

 

EROTICA DE LA AGRADECE A YOUTUBE Y A TODOS LOS QUE PARTICIPARON E HICIERON ESTE VIDEO

 

FIRST KISS

Tatia PIlieva

Publicado el 10/03/2014

We asked twenty strangers to kiss for the first time….

 

Film presented by WREN

http://wrenstudio.com/

Music by Soko “We Might be Dead Tomorrow”

http://smarturl.it/SoKoiTunes

 

 

El célebre beso (1945) de la foto titulada "El Día de la Victoria en Times Square", del Alfred Eisenstaedtt para la revista LIFE. Se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hay al menos dos versiones distintas de la misma escena. Además, se ha hecho una escultura que está Times Square y muchas imitaciones, parodias o sátiras.
El célebre beso (1945) de la foto titulada “El Día de la Victoria en Times Square”, del Alfred Eisenstaedtt para la revista LIFE. Se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hay al menos dos versiones distintas de la misma escena. Además, se ha hecho una escultura que está Times Square y muchas imitaciones, parodias o sátiras.

 

 

 

El célebre beso (1945) de la foto titulada "El Día de la Victoria en Times Square", del Alfred Eisenstaedtt para la revista LIFE. Se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hay al menos dos versiones distintas de la misma escena. Además, se ha hecho una escultura que está Times Square y muchas imitaciones, parodias o sátiras.
El célebre beso (1945) de la foto titulada “El Día de la Victoria en Times Square”, del Alfred Eisenstaedt para la revista LIFE. Se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hay al menos dos versiones distintas de la misma escena. Además, se ha hecho una escultura que está Times Square y muchas imitaciones, parodias o sátiras.

 

 

 

La foto del beso más famoso de la guerra oculta una fea historia

 

Autor: Editor DJ el Vie, 02/11/2012

 

 

 

Qué mejor manera de simbolizar el fin de una guerra que con un apasionado beso. Esa fue la idea que el fotógrafo Alfred Eisenstaedt, originario de Prusia, transmitió al mundo en agosto de 1945, a través de una imagen que ha quedado inmortalizada.

 

 

 

Fuente: http://www.catamarcaya.com/2012/index.php?modulo=notas&accion=ver&id=7204

 

 

 

                 “¿A qué icono nos referimos? A la instantánea “VJ Day in Time Square” (“El día de la victoria en Times Square”), en la que la lente de este fotógrafo capturó justo el momento en que un marinero y una enfermera celebraban con un apasionado beso el triunfo definitivo de las tropas estadounidenses sobre las fuerzas japonesas.

 

 

              “Aquel día, Alfred envió todas las imágenes que había tomado en una de las principales avenidas de Nueva York a los editores de la revista LIFE, publicación para la cual trabajaba, siendo la imagen “romántica” entre el marinero y la enfermera la elegida para aparecer en una página completa de dicha edición.

 

 

 

             “Quienes vieron la imagen, por primera vez, se preguntaron la identidad de los protagonistas del beso.

 

 

               “Parecía una cuestión difícil de adivinar, pues no se aprecian los rostros de forma clara; y como fue un acto totalmente espontáneo, a Eisenstaedt no le dio tiempo de acercarse a los jóvenes para pedirles sus nombres.

 

 

 

                   “Sin embargo, Alfred no fue el único que inmortalizó dicho momento con su lente. Un fotoperiodista de la marina estadounidense llamado Victor Jorgensen capturó con su cámara este mismo beso, visto desde otro ángulo, imagen que fue publicada al día siguiente por el New York Times. Él tampoco tenía mayor información sobre quiénes eran las personas ahí retratadas.

 

 

                    “Durante décadas, la interrogante sobre quiénes habían sido los protagonistas de ese bello encuentro fue todo un misterio. Sin embargo, en 1980, la gente de LIFE lanzó una convocatoria en donde se pedía que las dos personas que habían sido retratadas se presentaran a las oficinas de la revista para revivir dicho momento, 40 años después.

 

 

                   “Para su sorpresa, varios hombres y mujeres acudieron a la cita argumentando que ellos eran las personas retratadas en Times Square.

 

 

                  “Después de varios años de investigación, se determinó que Jorge Mendonça fue “el besador”, gracias a diversos análisis en donde pudieron detectarse cicatrices y tatuajes que correspondían a este marinero.

 

 

                  “Respecto a quién era la enfermera, pareciera ser un interrogante que jamás tendrá respuesta, pues los encargados de estudiar esta fotografía no han podido determinar a ciencia exacta de quién se trata, por lo que le han dado el beneficio de la duda a tres mujeres: Edith Shain, Greta Friedman y Barbara Sokol, pues los rasgos y la historia contada por las tres es bastante similar.

 

 

                 “El muchacho me agarró y yo cerré los ojos. Lo dejé besarme, porque había estado en la guerra luchando por nuestro país, y me sentí muy feliz de hacerlo. Me dejó sola y yo me marché. Eso fue todo”, esa fue la versión que Shain contó durante varios años.

 

 

 

                        “Por su parte, Sokol dijo en varias ocasiones que había sido una experiencia muy desagradable, pues se trató de un beso a la fuerza.

 

 

                  “Finalmente, Greta Friedman es quien contó una versión más real de lo sucedido:

 

 

              “En aquel entonces yo tenía 21 años y trabajaba como asistente dental en un consultorio; actividad que me obligaba a vestir muy similar a una enfermera.

 

 

                  “Aquella mañana, salí a desayunar y decidí acercarme a Times Square; de repente, un marinero me agarró de la cintura y sin decirme nada, me besó.

 

 

            “El tipo simplemente se acercó y me agarró, no fue mi elección ser besada y por supuesto que el beso no fue nada apasionado, ni romántico”, señaló quien dice ser la mujer que aparece en la fotografía.

 

 

               “Por su parte, Mendonça explicó que aquel día pidió permiso para ir al cine con su novia, una mujer llamad Rita quien hoy es su esposa. Al salir de la función, se enteraron de la gran noticia, por lo que decidieron acercarse a Times Square y cuando comprobó que los rumores de la rendición de los japoneses eran ciertos, en un acto de celebración, decidió besar a la primera enfermera que vio pasar por el lugar.

 

 

 

             “¿Por qué lo hizo? Él explica que fue a manera de agradecimiento por todos los sacrificios que estas mujeres realizaron a lo largo de aquellos años de guerra. Cabe resaltar que, en la foto, Rita aparece detrás de los “besadores”.

 

 

               “Recientemente, la fotografía se ha puesto de moda de nueva cuenta, gracias a las críticas y comentarios vertidos por una blogger que se hace llamar Leopard y quien publica en el sitio catesandribbons.com.

 

 

                   “Ella argumenta que dicho acto exaltado durante varios años, gracias a una fotografía, es una grave violación cometida a una mujer.

 

 

                “La entrada de esta detracción se titula: “El marinero que besa o la ceguera selectiva de la cultura de la violación”, en donde hace un análisis de la imagen que tiene como punto medular el rostro de alegría del resto de los marineros, quienes celebran aquel acto cometido a la fuerza por uno de sus compañeros: tomar y besar a la fuerza a una desconocida que, por cuestiones físicas, no pudo zafarse del asunto.

 

 

                   “Leopard hace uso de otras fotos tomadas por Eisenstaedt aquel día, en donde se observa claramente cómo la mujer trata de alejar al marinero poniéndole el puño en la cara. Además, critica el comportamiento que la sociedad estadounidense ha tenido sobre la foto, la cual justifica el hecho de que una persona sea capaz de transgredir a otra por mero gusto.”

 

Fuente: http://www.catamarcaya.com/2012/index.php?modulo=notas&accion=ver&id=7204

 

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