“Ay, si alguien entendiera la manifestación de descontento de las horas, no juzgarían a un humilde reloj de plata con incrustaciones doradas.”
Permítame:
Permítame señorita discrepar con sus polleras.
Con pelotitas de algodón, sobre un manto azul, algo corroído por el tiempo.
Mi tiempo lo dedico a que mi ojo vendado la huela hasta la asfixia y sea así usted, señorita, la culpable de mis desdichas.
Ante todo, me parece que sus medias están rotas. Aunque no afirmo sin antes poder rozar con mis dedos gruesos esas grietas.
Puedo, ahora si, corroborar ese error en sus medias debajo de sus polleras apelotonadas.
Mi reloj parece haberse detenido por sus uñas despintadas, me advierte de ese caos de pintura vieja y atrapada en uñas lisas, suaves, rosadas, onduladas, resecas, amarronadas.
Mi reloj no quiere pasar un minuto sin que yo antes golpee sus manos descuidadas.
Ay, si alguien entendiera la manifestación de descontento de las horas, no juzgarían a un humilde reloj de plata con incrustaciones doradas.
Mi ojo vendado que huele sin escrúpulos, me pide un descanso. Alerta, le teme a la muerte por asfixia. Lo humecto con mi aliento, le doy de respirar.
Debería yo hacer caso a sus suplicas, si no quiero hundirme con terrible ojo mal herido, por falta de oxígeno que su presencia no emana.
FLORENCIA DAVIDOVICH
(Buenos Aires Ciudad, 23 años. Asistente teatral, escribe, actriz, aprende fotografía, estudia letras en la UBA, es modelo)
FLORENCIA DAVIDOVICH AROVECHA SU
BELLEZA Y VERSATILIDAD EN LAS
DIVERSAS ARTES, ENTRE ELLAS DE LA
FOTOGRAFÍA Y LA SEDUCCIÓN, Y RETRATA A
UN AMÍLCAR MORETTI AL PARECER
INDIFERENTE ANTE LA ARROLLADORA
NEGLIGENCIA DEL JOVEN PODER FEMENINO
10 Comentarios
Discrepe, si lo cree necesario. Pero me parece que ella merece alguna de sus tribulaciones.
Un veterano con buena pinta.
Gracias, compañero.
Pero mi “tema” es qué dicen ellas.
A ver, a ver… acláreme compañero, porque resulta que no entendí.
O tal vez, no sé, aclárele (a ella), porque yo no entiendo. ¿Vio?
Ella voló y no es nada fácil seguirla. Usted amigo revoloteó también y bueno, me dieron impulso y, acaso, divagué un poco. No me pida que explique.
Pero, en otro orden, esto parece una rueda de gerontes alrededor de la flor. ¿No hay jóvenes estimulados por las diversas expresiones de esta muchacha?
Agregado: “Permítame señorita discrepar con sus polleras” es una frase que podría estar perfectamente encajada en una historieta de El Tomi, , excéntrico, transgresor, genial dibujante y guionista argentino, rosarino, radicado en España.
Entiendo lo que dice. Y estoy de acuerdo con lo que dice. Y me gusta lo que dice.
No hay algo que explicar. Se comprende o no. No tiene explicación. Tiene razón.
En cuanto a la segunda parte, tras lo verdadero y lamentable de la geroncia (¿los gerontes son de Geroncia, no?)(por esas casualidades de la vida, ahora estoy escuchando por la radio “Insensatez” de Jobim, que Ud. bien conoce. ¿Qué coincidencia, al menos por la melodía, no?),
Continúo, tras lo lamentable y acertado de su observación de realidad, debo decirle que sí, que estimo que hay más de un joven estimulado por las diversas expresiones de ella. De hecho, ella está enamorada de su pareja. Pero, ¿vio cómo es la repetición de la vida? Uno a veces se da cuenta de las cosas, las valora del todo, cuando ya no hay posibilidad de tenerlas. No sé, tal vez, a esos jóvenes les suceda también eso. Digo que a veces siento que a ellos también parecen faltarles unos tornillos de los muchos que perdimos por óxido nosotros.
Es un disfrute dialogar con Ud.
Amilcar, El Bebe Moretti
(y otro asunto: si no abundan los mayores y maduros estimulados por nada que se parezca a una floración, ¿cómo exigirles a los jóvenes? Dicho en términos electorales de política ¿qué se puede exigir a los hijos de los que votan a gente como Massa, Rico, Macri? ¿Con qué derecho?)
Si Ud. me permite, voy a comunicarle a la señorita lo que Ud. ha observado.
Se va a interesar mucho, dado que le produce mucho interés todo lo relacionado a tópicos y representaciones como las de El Tomi.
Y desde hace tiempo, después que Ud. me lo descubrió y sugirió al menos tres veces, voy a escribir sobre las creaciones de El Tomi.
Y agrego más, porque me “estimula” el tema (menos mal, salvo el riesgo del ridículo).
Dos respuestas que he escuchado por parte de muchachas semejantes:
Una, francesa, claramente: “Me gustan los de 30”.
Otra, anterior, cordobesa: “Nos separa una insalvable diferencia generacional”.
Hubo otras más, pero denigratorias, cuando el que escuchaba no lo merecía ni merece, y lo digo con total honestidad y decencia ética dado que soy testigo bien de cargo.
Destaco las respuestas de la francesa y la cordobesa por la delicadeza con que alambraron territorio de deseo propio y lo hicieron con una gentileza esperanzadora -o compasiva- notable: dejaron en flotación la sugerencia que de no haber sido por las diferencias cronológicas… ¿comprende?