Tengo para mí que está en aplicación un operativo mundial de desmontaje del sistema inmunológico individual y social de defensa natural y cultural colectiva.
«Yo vendo unos ojos negros
Quien me los quiere comprar
Los vendo por traicioneros,
Porque me han pagado mal.»
(«La tonada chilena se acompaña igual que la cueca, la diferencia es que no se baila, solamente se escucha. En esta versión de Yo vendo unos ojos negros realizada por Los Chalchaleros en 1954, la cantan casi por completo en tiempo de zamba, y el estribillo del final en tiempo de cueca. En SADAIC «Yo vendo unos ojos negros» figura como tradicional popular, pero hay motivos para creer que el autor es Pablo Ara Lucena, que la habría registrado en Sociedad Chilena del Derecho De Autor (SCD), aunque aún no pude confirmarlo. También cabe la posibilidad de que «Yo vendo unos ojos negros» sea una tonada tradicional popular recopilada por Ara Lucena.)
(de https://letra-de.blogspot.com.ar/2010/10/yo-vendo-unos-ojos-negros.html
Escribe
AMILCAR MORETTI
Tengo para mí que está en aplicación un operativo mundial de debilitamiento y desaparición final del sistema inmunológico individual y social de defensa natural y cultural colectiva. Se trata de una operación estratégica planetaria estudiada, experimentada y probada en laboratorios grupales y sociales desde hace décadas.
Se trata de las sustituciones «científicas» de las guerras militares, de seguro aún a aplicar en culturas de endurecida, larguísima y feroz capacidad e historia de resistencias. Estos últimos no son los casos de Argentina. Tampoco de América latina, aunque los matices de violencia son más visibles en desgraciadas naciones hermanas como México, Honduras, Salvador, Colombia, Paraguay y localmente en algunas ciudades, como San Pablo y Río de Janeiro en Brasil.
Se ha decidido probar -hasta ahora con eficacia atroz- una estrategia de debilitamiento y neutralización del sistema cultural inmunológico de la subjetividad individual y colectiva.
La aplicación y ejecución de esta nueva estrategia desintegradora no tiene tanto que ver con lo rudimentario, rústico, bruto, ignorante, inescrupuloso y corrupto de la formación de los nuevos ricos regionales de las últimas décadas. En todo caso, en lo local pueden resultar -para los nativos ingenuos, aún aquellos activados políticamente – de una sorprendente subordinada adecuación no prevista en semejantes grados de profundidad obediente.
Esto es producto también de un largo y estudiado proceso de licuación ideológica con al menos medio siglo de pruebas de laboratorio y en terreno. Sucede desde la posterioridad inmediata a la Segunda Guerra Mundial (1945), con el precedente seguro -«espontáneo», en algún grado- de Hitler en enero de 1933 al nombrarlo Canciller el presidente Paul von Hindenburg tras intrigas y elecciones parlamentarias con considerable cantidad de votos del proletariado afiliado al Partido Comunista.
Esta «baja de defensas» colectiva y «natural» entre buen número de argentinos y sudamericanos para destruir primero procesos tibios de desarrollismo populista distributivo e industrial liviano, no solo figura como fugaz denuncia en medios alternativos minoritarios digitales, sin capacidad de expandirse y con solo una distribución entre enterados. Este un minúsculo pero típico y útil mecanismo «democrático» propio de Estados Unidos funciona con cierta regularidad en círculos reducidos, sin posibilidad alguna de reorientación o afectación de la meta principal del poder, hoy más abstracto que nunca.
Las evidentes deficiencias inmunológicas, es decir, baja de defensas culturales-naturales ya aplicadas en momentos anteriores, han comenzado ahora a afectar la subjetividad política y ciudadana argentinas. En paradoja, son notables de modo especial en los grupos políticos activados, de militancia movilizada (una tradición argentina diferenciadora del resto del mundo en los últimos 200 años).
Cada vez se torna más notable una caída en el desaliento y en el impulso de ánimo lastimoso estimulado por una apelación a la voluntad o voluntarismo, como sustituto no solo del Deseo sino de la Política real como forma de transformar el entorno real del humano cotidiano, a punto de tal de poder conjeturarse una afectación de la Pulsión de Vida y sobreexcitación de la Pulsión Thanática, es decir, de muerte, destrucción, odio y suicidio.
En este proceso ya evidente en el desaliento activista de resistencia y oposición con la consecuente afectación peligrosa de la salud mental y física, ocupan efectivos estímulos destructivos las exhibicionistas y hasta obscenas muestras de indiferencia de las elites lugareñas electas por más del 51% del electorado, hoy en silencio vergonzoso y vergonzante.
Aunque con muestras ya vistas décadas antes, hay una mostración pública, vanidosa y hasta «de alegría», solo en apariencia torpe e ignorante, que no es solo espontánea sino aconsejada de modo planificado. Ante la desgracia desesperada, se ofrece la respuesta de una clase burda de «bienestar moral» en frases de celebración navideña.
Que se entrene de modo especial y novedoso a tropas de seguridad internas para reprimir expresiones públicas de descontento tiene precedentes reales de preparación preventiva, en muchos casos con técnicas de expertos extranjeros israelíes en guerras interurbanas e interbarriales palestinas. Sin duda, los planificadores -no la ciudadanía- archivan memoria del movimiento llamado Cordobazo, en 1969, infinitamente más contundente a la movilización del Mayo Francés del 69, ineficaz y solo cultivado para leyenda sentimental.
Lo evidente, lo comprobable es que gran parte de la población argentina se ve afectada, consciente o inconscientemente, de un desaliento próximo a lograr la meta de los estrategas mundiales de desmovilización política opositora. La enfermedad física y mental, la idiotez generalizada (idiotez como despolitización no preocupada por la cosa pública) y nuevas alteraciones patológicas psico-físicas factibles de poner en funcionamiento una eficaz y vieja de tara disgregadora del sanitarismo de la «modernidad tecnológica reaccionaria» norteamericana: la experimentación neuroquímica y genética eugenésica racista (1).
Visto así, se trata de tecnologías de neo-genocidas que han de pasar desaparecidas, y aún serán aceptadas, como por lo demás ya ha sucedido desde principios del siglo XX al llevarse a cabo genocidios atrozmente directos.
(1) No caben aquí las «acostumbradas» aclaraciones sobre la inexistencia genética de la diferenciación en «razas» y su sustitución por la «correción política» de años 80 y 90 sobre el reemplazo del concepto «etnia». Más allá de la relatividad histórica de ambos conceptos y sus pasajeros o cambiables sustentos de laboratorio, la contundencia del concepto atroz de «limpieza racial» originada en el pan-germanismo principios siglo XX y aún en la expulsión de los judíos de España en 1492 -mismo año del «Descubrimiento» de América por los llamados Reyes Católicos no tiene aún parangón expresivo.
cesaria evora – yo vendo unos ojos negros
Subido el 15 dic. 2008
la mejor interpretacion de esta cancion por la diva de los pies descalzos
Categoría: Música
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