QUIERO EXPLICARTE, AMÍLCAR, PERO NO SÉ CÓMO, Y VOS ENTONCES NO PODÉS ENTENDER. ¿COMPRENDÉS LO QUE QUIERO DECIRTE, AMÍLCAR?
“Hasta el último año de vida de Fellini, dos décadas después. Italia y el mundo lo trataban como un monumento, pero nadie le pedía una película. Después de un suelto periodístico que contaba su cumpleaños con el título: “Cumpleaños de un desempleado”, el Banco de Roma le encarga tres comerciales. Fellini no tenía nada que perder: sacó tres sueños de su diario de sueños y los filmó. Según todos sus amigos, fue la última vez que se lo vio feliz. Recién en el entierro descubrieron que, durante esos meses, Fellini se había reencontrado con una mujer de su pasado, a quien frecuentó y pintó una y otra vez durante esos meses de agónica felicidad. La anciana dama tenía todos aquellos cuadros en su casa, y aceptó que los amigos de Fellini fueran a verlos después del entierro: eran todos retratos al óleo de una hermosísima mujer de cuarenta años. Los amigos le preguntaron a la anciana cuándo había conocido a Fellini. Ella dijo que a fines de los años ’50, en un parque, una tarde, durante una lluvia de verano, y sonrió como sonreía la luminosa beldad de aquellos cuadros.”
(De JUAN FORN en “La dama del paraguas“, contratapa del diario Página12 de Buenos Aires, del viernes 17 de mayo del 2013)
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https://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-220164-2013-05-17.html
Nina Simone and Marcello Mastroianni in Sinnerman
FedericoStroszek