-¡Qué linda que estás, Maca!
-Gracias. Tengo paja.
-¿Sí? Tenés paja. Como fiaca.
-¿Qué cosa? ¿Qué tengo?-pregunta Maca.
-Fiaca. Lo que llaman ahora «tener paja». Fue título de una obra de teatro, de Talesnik, su autor, en los años 60. Tener y hacer fiaca, como una suerte de pereza existencial.
Maca guarda silencio. Quizás, asiente. Se revuelve en la cama, entre las sábanas.
-¿Te acostaste tarde, anoche? -Ella asiente con un ligero gesto- ¿Viste? Te dije, se te nota en la cara, los ojos. Te dije que te iba a costar despertarte y venir a la sesión. Casi no dormiste anoche, seguro. Y ahora te dormís acá. Pero…, no importa. Te hago fotos dormida, relajáte, dormí.
Vuelve a asentir ligeramente. Se estira y acurruca en la cama, entre las sábanas.
Maca, dormita. Está lista para ser mirada por la cámara.
(La imagen de tapa -primera, más arriba- la compuse en la medianoche del jueves 5 de diciembre del 2024. Forma parte de una larga serie de fotos con la modelo Aylén M. Ramírez, bailarina de tango y protagonista de espectáculos en proceso creciente de reconocimiento de la danza porteña en CABA. Realicé con Aylén dos sesiones. La continuidad se vio interrumpida por un malentendido).