MIS TRABAJOS Y DÍAS

EL PASADO QUE LLEVO. Por Amílcar Moretti

Google+ Pinterest LinkedIn Tumblr

   El pasado es como una foto movida y nublada que puede recomponerse siempre, de muchas formas. Es el tiempo. 

 

(La imagen de tapa -también más arriba- es una composición de estos días, terminada hoy 11 y 12 de noviembre del 2024. El original es otro asunto, que nadie ha visto nunca. Amilcar Moretti)

Escribe
AMILCAR MORETTI

                     Se me diluye. Se nubla y se mueve en imágenes borrosas, y se recrea, se reconstruye de otra forma. El pasado. El Pasado, digo. Con Chandra los encuentros fueron vitales y hasta alegres, apenas algún desaire o distanciamiento de ella cuando no estábamos en trabajo y charla. El final no, creo que lo arruiné, tal vez porque se iba, regresaba a su país o seguía su viaje por el mundo. El Pasado se borronea y a la vez resurge, con otros tonos, otros detalles, más o menos los mismos, pero distintos. El presente se pasa. Sucede y listo. Desaparece. Hoy desaparece. Se sufre o se goza y desaparece, aunque deje resto, su resto, la huella de lo sentido si se ha sido o es consciente. Si el presente lo «vivís» y nada más, no le das importancia, no te queda nada, ni rastros, si es que apetece darte por enterado. En ese caso, los presentes -sus hechos, acontecimientos- intrascendentes y apurados hoy concebidos así por casi todos trazan una marca que queda en el desván, se los desconoce pero igual  actúan aunque no se reconozca, no se sepa (eso que dice que No se sabe que se sabe).

                          El futuro por ahora no será hablado, aquí. Después, tal vez. Estoy todo el día con él tratando de imaginarlo, conjeturarlo. Pero aquí vale el Pasado: se me borra y se me cambia. Uno no se da cuenta del todo. Lo sabe pero no percibe -aunque las siente- las novedades, los cambios. El pasado cambia, se transforma, se cuenta de nuevo, se modifica. La gente sin pasado es nada. El que no tiene pasado -dice no tenerlo- NO ES, vacío como una cacerola vacía. Es igual a nada. Y el tipo o la mina están ahí, orgullosos, vanidosos de y con esa nada. Son y parecen estúpidos, aunque a veces muy peligrosos: los tipos y minas «sin pasado». Digo, los que se enorgullecen de no tener pasado, como si viajaran livianos. Otros, los que no hablan de su pasado, son otro asunto: intrigan, se hacen algo densos, tienen consistencia, se advierte que tienen un pasado, aunque no hablen de ello.

                             El pasado es como una foto movida y nublada que puede recomponerse siempre, de muchas formas. Es el tiempo. 

 

Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI. Día 12 de octubre del 2024-2014. BUENOS AIRES.

Escribir un Comentario