(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI el 6 de noviembre del 2021. BUENOS AIRES-La Plata)
El desnudo sigue perturbando, en especial el masculino, que no abunda tanto como el desnudo de mujer bajo la mirada masculina. Hay incidencia en esto, en el siglo XX y XXI, de la gran industria de la moda y publicidad internacionales. Hablamos de arte, de imágenes expresivas de supermodelos desnudas. Descartamos la pornografía que también es un gran negocio con impensables vinculaciones con The Big Money. Detrás de la mirada masculina sobre la mujer en la alta moda industrial y la industria publicitaria está el Capital, por supuesto. La mirada machista en la que se centran ciertos feminismos no tiene que ver con el patriarcado sino con el Capital. El Gran Capital sin Centro, hoy, no tiene ningún inconveniente en incorporar al feminismo y la diversidad sexual, siempre y cuando den dinero, es decir, acumulen más capital. En cuanto a la mirada femenina sobre la mujer desnuda tiene variantes: selfies onanistas, erotismo similar al masculino o un minimalismo despojado que, queriendo ser antimacho y deserotizar, crea un erotismo lésbico ecomisándrico.
AMILCAR MORETTI
