El texto que reproduzco es fragmento de una nota publicada en un diario de Buenos Aires. Se refiere a los llamados “libertarios” por promover la no vacunación frente a la Covid y otros planteos que, por disparatados y reaccionarios, no dejan de ser malinterpretados como ejercicio de un supuesto “libre arbedrío” que se siente lesionado por el actual gobierno. He omitido las menciones directas a la pandemia dado que los conceptos vertidos por dos psicoanalistas tienen -como ellas sugieren al mencionar su inspiración en Freud- aplicación y sugerencias que conciernen a realidades, escenarios socio-culturales y subjetividades masivas proliferantes en los últimos años en un sentido altamente regresivo y peligroso. El texto original puede leerse en el link consignado más abajo.
En cualquier caso, la intención es resaltar que los libertaristas -prefieron denominarlos así- se mueven en una zona de peligro para todos. No es fortuito que se hagan notar en momentos en que la gestión pública está a cargo de un gobierno de reparación social popular, en suma, peronista. Me interesa resaltar que el concepto de “libre arbitrio” es relativo -si no inexistente- dados los numerosos condicionamientos y determinismos generados por la cultura imperante, el formateo mental de los medios de comunicación y un proyecto de capitalismo financiero de tipo neofeudal para todo el mundo.
En suma, que el “hago lo que quiero” y “soy así” a los que me refiero en posteo anterior (1) no tiene significado ni sentido de “libertad” sino, por el contrario, prepara condiciones para una tenebrosa represión al quebrar límites contenedores por impulso de la desesperación, el desconcierto o el simple interés económico. Esa “libertad” implica una indiferencia destructora del otro. Y en consecuencia, no es una libertad dirigida a la expansión creativa del sujeto y al fin de la alienación en el sentido de la utopía de Marx o del paraíso religioso, sino una “libertad” impulsada por la pulsión de muerte propia del humano. “La libertad radical es la locura”, es la conclusión. La gran confusión y disgregación colectivas.
AMILCAR MORETTI
https://www.pagina12.com.ar/359659-que-hacer-cuando-un-familiar-o-un-amigo-no-se-quiere-dar-la-
“(…) ahora con la pandemia se ha reavivado (el concepto de “libertad” para no vacunarse por la Covid) ya que refleja la tendencia al individualismo y al aislamiento propios de esta época”, opinó Pilar Molina, licenciada en psicología de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). La principal bandera (…) es la libertad, “un concepto bastante complicado para el psicoanálisis”. “Freud ya decía en “El Malestar en la Cultura” que la libertad es una hostilidad contra la cultura. Es previa a la cultura. (Y la pandemia) en ese sentido reafirma lo mismo: la libertad radical es la locura. Esto de citar a la libertad como algo positivo, como algo a resaltar, en realidad termina siendo bastante mortífero, atrás de este impulso por la libertad Freud ubica la pulsión de muerte”, puntualizó la psicoanalista”.
“Cuando uno escucha (…) retomar este concepto (de libertad) para argumentar (la no vacunación), uno ahí tiene que sospechar un poco de esa libertad, ver de qué se trata. Porque lo cierto es que nacemos en el campo del otro y dependemos mucho del otro, entonces el discurso de la libertad –que en Argentina estuvo también muy fogoneado por algunos medios de comunicación y por sectores de la oposición– termina teniendo más que ver con la locura, con el individualismo, con la tendencia al aislamiento”, apuntó la licenciada.
“Esta libertad o “ilusión de autonomía”, coincidió (Carolina) Alcuaz (magister en psicoanálisis y docente en la facultad de Medicina de la UBA), es “propia de la lógica del discurso capitalista que conduce a formas de rechazo, de abyección, de odio, que rompe los vínculos entre las personas, que tiende a ir en contra de un Estado de Bienestar y de cualquier tipo de contrato social que permita una buena convivencia en la sociedad que habitamos”. “Son formas de agresividad y de lo que Freud llamaba la pulsión de muerte”, aseguró volviendo al concepto del padre del psicoanálisis citado por Molina.
“Estos movimientos libertaristas (antivacuna) “son fenómenos colectivos que van hacia lo peor, fundados en afectos de odio, algo que Freud ha estudiado en su escrito “Psicología de las Masas”, donde describe cómo se arman estos movimientos colectivos a través de fenómenos de contagio, de sugestión”. Esta “opción” de libertad que defienden (…) es en verdad una “falsa opción” que desinforma…”
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