«LA VENTANA INDISCRETA» no solo es una obra muy destacada del cine de Hitchcock sino que se la considera de las mejores de toda la historia. Un reportero gráfico, impedido por una pierna enyesada, pasa sus jornadas de verano observando -mejor, espiando- a sus vecinos. Con el teleobjetivo de su cámara a través de su ventana, que le fija el cuadro de observación, observa y registra las ventanas de los edificios del vecindario. Cada ventana puede dar lugar a una historia creada por la imaginación de alguien que no tiene nada mejor que hacer. Así, descubre -o le parece descubrir- un asesinato: un marido que mata o mataría su esposa, se presume. Cada uno mantiene su fábula de vida, en la Mirada de Hitchcock, y todo ofrece tantas certezas como incertidumbres. Depende del punto de vista, de la perspectiva, de los intereses y fantasías de cada uno para ver entre las apariencias de un mundo pequeño -su comunidad de departamentos de Nueva York- que hasta ese momento desconocía. De algún modo, el protagonista, toda su vida un fotógrafo, un voyeur, un mirador profesional, se descubre a sí mismo como un obsesivo, maníaco, un apasionado de algún modo prescindente hasta allí, que es cuando se angustia porque decide actuar para torcer el rumbo de las situaciones que observa o cree ver con su Mirada.
AMILCAR MORETTI
m
m
