La homosexualidad femenina puede conjeturarse -también- como resultado de una insatisfacción o carencia primaria afectiva de la mujer con la madre (1). Así parece proponerlo SILVIA BLEICHMAR (1944-2007), psicoanalista argentina, una de las más destacadas de la historia, oriunda de Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires (donde yo también nací, de casualidad, por falta de maternidad en Punta Alta, cercana, donde pasé mi primera juventud.)
¿Por qué una mujer se apasiona por las mujeres? ¿Por qué una mujer es homosexual, es decir, lesbiana? Lo común, la vulgata indica que en la mujer homosexual hay una hostilidad originaria hacia el padre, hostilidad que se traslada después a todos los hombres. Esta interpretación tradicional y limitada derivaría de los textos del propio Freud de hace cien años, que en la génesis psicológica de uno de sus casos de lesbianismo sostiene que hay en su paciente lesbiana un “desengaño” del padre cuando, la mujer, siente que él prefiere a la madre (con la cual mantiene relaciones sexuales y nace un hermano menor). Esto, en la mirada freudiana, supone una rivalidad-competencia entre madre-hija por el padre, sin resolverse el Edipo. Digamos, si no comprendo mal, un “Edipo negativo”. Una venganza contra el padre, después contra los hombres en general que se resolvería en amor por las mujeres.
Pero…, dice Bleichmar en “Las teorías sexuales en psicoanálisis”, capítulo “Una mirada sobre la homosexualidad femenina”, hay que tener muy en cuenta todo lo sucedido después de Freud, o sea, las teorías psicoanalíticas pos-freudianas con la consiguiente experiencia clínica, sin salirse del marco freudiano. Allí es cuando Bleichmar interpretaría que la visión de Freud sería restrictiva, lineal o simplista. No se trata en lo lesbiano de hostilidad por el padre, por los hombres, necesaria o absolutamente. Cabe considerar también una carencia identificatoria con la madre, una “carencia materna primaria”, “una relación insatisfactoria primaria con la madre” (2). Una falta de madre, afectiva, que estimula a la mujer hacia, lo digo así, una sustitución de madre a través de otras mujeres, en la vida adulta y desde la adolescencia sexual, genital y deseante.
Hay en la homosexualidad de mujer como una “nostalgia del cuerpo femenino fallido” que lleva al apasionamiento por otra mujer. Palabras de Bleichmar: “De manera que podemos pensar que el modo en que se produce el deseo por el cuerpo femenino parece marcado, también, por la reactivación de anhelos muy primarios insatisfechos en ella”.
Cabe destacar la observación de un psicoanalista alumno de Bleichmar en otra de sus clases, con una conclusión “aclaratoria”: “(…) cuando veíamos el tema de las experiencias tempranas, homosexuales, usted planteaba una diferencia entre los varones y las mujeres, en el sentido de que la mujer no daba cuenta necesariamente de un futuro homosexual. En el varón, sí” (3). Por supuesto, a nadie en el tema se le ocurre aún considerar a la homosexualidad una “enfermedad”, salvo aquellos con atraso informativo y reaccionarismo ideológico dogmático.
(1) Págs. 271-290 en “UNA MIRADA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD FEMENINA”, Capítulo 13 de “Las teorías sexuales en psicoanálisis. Qué permanece de ellas en la práctica actual”. Colección Seminarios de Editorial Paidós, Buenos Aires, 2014. Escrito tomado de una clase de Bleichmar para psicoanalistas dictada el 9 de agosto del 2004.
(2) Ob.cit. Págs. 271-272
(3) Ob.cit. Pág. 522.