Como los ánimos liberadores o de puro revoltijo -el futuro ha de definir, y por aquí dentro de poco-, como digo, dado que los humores de protesta andan bastante caldeados no conviene hablar mucho sobre eso de que no es bueno que las mujeres estén solas. Ellas, hace un tiempo se han movilizado, amuchadas en la calle y lograron metas. El tema es que el sistema parece cooptar esa mujeridad en masa y entonces, en medio de la campaña del miedo, televisiva o no, pocas se animan a andar solas. Es probable que el peligro aumente, por una razón puramente socio-delictual o bien por planificación fácil de organizar. Una mujer no puede estar condenada a ser custodiada por un varón, lo que a veces no garantiza nada. Pero salvo la muchedumbre y sus sudores de mujer, no es bueno que la mujer esté sola. Mujer y mujer, es una forma, vieja como el humano, digo, la mujer.
Pero el tema pasa por otras cuestiones como la horadación permanente de la heterosexualidad, temible mucho más que otras orientaciones e identidades sexuales y de género. Hay algo que no funciona entre hombre y mujer, hay algo que no termina de descifrarse. Quizás sea el mastodonte del capitalismo tecnológico y de casino que no necesita de la reproducción de la especie. Quizás que la tecnología ha hecho prescindible al varón y su germen. Ahora hay bancos (de semen), raro ¿no? Bancos, los cofres del dinero. Y hay experiencias avanzadas de úteros máquina, y cuando eso se logre será la mujer, o muchas mujeres, las que comenzarán a sobrar. Prescindibles. Creo que hay que estar muy atento y no tirar mucho de la cuerda. La pérdida de vaginas por las veredas de Flores puede incrementarse.
AMILCAR MORETTI
(La imagen de tapa (home) fue compuesta por AMILCAR MORETTI en las últimas horas del domingo 3 de abril del 2022. BUENOS AIRES)
Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI EN LAS ÚLTIMAS HORAS DEL 3 DE ABRIL DEL 2022. BUENOS AIRES.
