MIS TRABAJOS Y DÍAS

Fantasmas para cocina: solo en color. Por Amilcar Moretti

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                             Dicen que los amantes, neuróticos esenciales, por supuesto, componen fantasías diversas en sus primeros tiempos de encuentro, los del enamoramiento. Estos deseos habrán de variar según las capacidades expansivas del universo de lo imaginario de cada uno y también los valores que se permitan o hayan escogido, o les hayan impuesto sin que tuvieran conciencia de ello. Lo cierto es que el rumor común -en parte, también fantasía- supone espacios especiales, en general infrecuentes en lo real, para experimentar las uniones amorosas. El encuentro de las carnalidades nunca puede evitar su repercusión en la afectividad y en la idea que cada uno tiene del compromiso. Pero en esas fantasías iniciales abundan escaleras, ascensores, baños, cines, viajes en ómnibus o trenes, plazas, autos, troncos de árboles en calles oscuras, balcones en pisos altos y una cantidad indefinida de sitios y situaciones que, en la estadística, terminan siendo convencionales por su frecuencia.
Al final, todos, casi todos, confluyen en el lecho. La cama, cualquiera sea, mobiliario para facilitar el dormir pero también, vale decirlo, hacer más cómodo el aquí cojer argentino (con «j», no con «g») y las uniones idénticas de otros territorios, climas y hábitos del mundo. En esto no hay límites, solo el asedio de la rutina y, porqué no, la decepción. No encontrar lo que se buscaba. La idea del amor está en transformación y algunas «vanguardias» femeninas se atreven -al menos literaria, declarativamente- a confirmar que el «amor romántico», así llamado, ha concluido. Es de suponer que se refieren a la idea del amor de la Provenza francesa del siglo XII, de cortesanos, señores y poetas, que a través de sus versos y definiciones terminaron por conformar una cultura amorosa, con gran incidencia cristiana, que sería la que ahora las adelantadas dictaminan que ha muerto. Allí y ahí es cuando el que escribe puede llegar a imaginar fantasmas y ángeles femeninos en la cocina, pero solo en colores fuertes y contrastados, vivaces, según la moda hoy. Imágenes en movimiento, borrosas, como una fotografía, como un sueño, fantasías o esas nubosidades propias de las sensaciones de tiempos inciertos.
AMILCAR MORETTI

Imagen por AMILCAR MORETTI. 11 de agosto del 2022. Buenos Aires.

Imagen compuesta por AMILCAR MORETTI. 11 de abril 2022, Buenos Aires.

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