BRUJAS. Fotos por AMILCAR MORETTI en loft piso alto cerca del Obelisco, en Buenos Aires (ampliación de tres imágenes del post anterior).



Escribe
AMILCAR MORETTI
Madrugada de miércoles 20 agosto 2014
(hermosa noche)
“LA PUERTA”, BOLERO
“…Pero es que no supiste soportar las penas que nos dio la misma adversidad…”: reflexión de MUJER MADRE BRUJA a MUJER HIJA no-AMANTE BRUJA)
Ahora que lo miro, que lo escucho, me puede parecer que aquello de “la puerta se cerró detrás de tí” (la “puerta -la única salida o entrada de lo nuevo o diferente- se cerró detrás de tí”), que siempre creí el lamento queja de un enamorado/a con su pareja amoroso-sexual-afectiva, puede ser interpretado como el reproche dolor de un hijo o hija ante una madre que cerró cualquier vía de entrada y flujo amoroso afectivo. Y que bien podría ser ahora la revancha de la bella muchacha desnuda con su poder afectivo-sexual sobre el hombre elegido-desechado.
Y en el goce de no acceder, en el goce de no dar lo que el otro-otra necesita, se deja sin tapar con amor el gran agujero, la gran falta rajadura inicial y crucial del humano. Si un tipo abandona mujeres después de engañarlas con la ilusión de perduración de amores prometidos, primero fomentados y luego abandonados, ¿por qué no una mujer no puede tomar revancha perversa por el hecho de hallar su “goce de gozar” en el «hacer creer al otro» y luego ignorarlo con desidia, “sin darse cuenta”.
El goce supremo femenino de no satisfacer al otro, a veces -sí, también- devenido porque en verdad esa mujer bruja no está segura de nada y menos de si puede contener el vacío de un hombre varón masculino. En última instancia, puede haber tenido el modelo de una madre mujer que no la satisfizo amorosa-afectivamente a ella, a su propia hija, y esa hija hoy, en su belleza desnuda, con el poder de la desnudez en cuerpo joven no hace otra cosa que lo que aprendió de su madre mujer: el goce de no llenar, no completar al otro, al menos como ilusión.
La puerta – Pablo Milanés
Juanbla123
Publicado en YOUTUBE el 29/3/2013