Entre el intento de democratización IGUALITARIA y el lumpen libertarismo del Capitalismo casino la libertad individual degenera en miedo, vigilancia y los feminismos carcelarios de abogado y policía bajo la cama.
(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI el 16 de febrero del 2022- Buenos Aires-La Plata).
«Sus padres habían sido, por supuesto, perseguidos en Inglaterra. De modo que ahora, ellos y su iglesia, encontraban necesario negarle la libertad a cualquier otra secta, para que su nueva Jerusalén no fuese profanada y corrompida por comportamientos equivocados e ideas engañosas». (…)
«La caza de brujas» fue una perversa manifestación del pánico que se había adueñado de todas las clases cuando el equilibrio empezó a inclinarse hacia una mayor libertad individual.
«Si uno se eleva por encima de aquel despliegue de maldad individual, solo puede compadecerlos a todos, así como nosotros seremos compadecidos algún día. Todavía le es imposible al hombre organizar su vida social sin represiones, y el equilibrio entre orden y libertad aún está por encontrarse.
«La caza de brujas» no fue sin embargo una mera represión. Fue también, y con igual importancia, una oportunidad largamente demorada para que todo aquel inclinado a ello expresase públicamente sus culpas y pecados cobijándose en acusaciones contra las víctimas. Repentinamente se hizo posible -patriótico y sagrado- que un hombre» podía decir que la vecina metida en su cama de casado era un fantasma de diablo.
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«Viejos odios de vecinos, largamente reprimidos, ahora podían expresarse abiertamente, y vengarse a despecho de los caritativos mandamientos de la Biblia. La codicia (…) pudo ahora elevarse a la arena de la moralidad (y quedarse con bienes de la víctima). Era posible acusar de brujería a un vecino y sentirse perfectamente justificado por la ganga obtenida. Viejas cuentas podían ajustarse en un plano de celestial combate entre Lucifer y el Señor; las sospechas y la envidia del infeliz hacia el dichoso podían desencadenarse, y se desencadenaron en la general venganza».
ARTHUR MILLER
«LAS BRUJAS DE SALEM» (1953)
Págs. 15 a 20, Fabril Editora, 1955