(La imagen de tapa fue compuesta por AMILCAR MORETTI el sábado 27 de marzo del 2022. La Plata-Buenos Aires)
En la muy seria y parisina L´Oleil de la Photographie la artista visual y fotógrafa británica Selina Mayer (1) plantea su preocupación por la ola de puritanismo que recorre Europa y Estados Unidos. Cierto que Mayer, que posee una obra interesante, se mueve en el espacio LGBTQ+, que, es muy probable, sufra más restricciones en el ya ríspido tema de la sexualidad. Y cuando digo “ríspido” (risqué, en inglés) lo digo también para el arte y su eterna relación con el desnudo. Basta recordar que cuando surgieron en Francia a mediados de 1830 las primeras experiencias por entonces con una técnica nueva, la Fotografía, en pocos meses el género fotográfico más difundido fue el desnudo.
La británica Mayer habla desde su lugar y su espacio pero lo que denuncia e informa no deja de contener probables futuras expansiones y exageraciones puritanas autoritarias que afecten al arte todo. Mayer informa que la forma de conectarse del colectivo LGBTQ+ son las redes sociales digitales, y que en los últimos tiempos han aumentado las restricciones.
Hay una confusión y sutil línea diferenciadora entre lo pornográfico y el desnudo en arte, siempre en discusión, con momentos culturales de mayor libertad y otros de opresión y prohibición. En el caso de lo LGBTQ+ el tema parece -solo parece- más claro y, en consecuencia, la represión y censura más directas. En Londres, por ejemplo, centro financiero internacional y de alta expansión de la prostitución, los espacios “kink” (cueros y aspectos sado-maso controlados y voluntarios) y de fetichismo, los más conocidos -y caros- Klub Verboten y Crossbreed (2) han iniciado acciones legales contra concejales y legisladores que propusieron proyectos para cerrar estos sitios.
El asunto no tiene nada que ver con la droga ni la prostitución organizada. En los sitios mencionados la legalidad y seguridad están más garantizados que en la calle y constituyen cuidados prioritarios para que la clientela -no precisamente pobre- concurra. Pero, lo más extraño y paradójico -o quizás no- es que la nueva tendencia puritana, que casi siempre admite y ha legalizado la homosexualidad, ha surgido junto con la ola mundial de los feminismos y cierto auge de las derechas retardatarias. De rebote, hay nubarrones en el territorio del desnudo en el arte, lo que es más grotesco e hipócrita en cuando las principales redes digitales desbordan de chicas comunes y de cómoda situación social que muestran opulentos y trabajados culos y tetas en malla diminutas, y aún venden su material fotográfico, sin que la moral hogareña se sienta afectada.
AMILCAR MORETTI
(1) https://loeildelaphotographie.com/en/selina-mayer-dv/
