KATE MOSS Y UNA DE MIS MODELOS. La primera, supermodelo internacional, tal vez la mejor (no condundir con la mejor paga) desde hace años. La segunda, una francesa que solicitó la ciudadanía argentina. Lo de mi modelo, nacida en Francia y nacionalizada argentina, fue antes de Macron, antes del elegido en diciembre del 2015, aquí, rumbo al desastre y colapso. Moss no tiene un 1,80 de estatura como las modelos rusas hoy elegidas por la industria de la moda, la publicidad y las marcas, también de la fotografía y las grandes editoriales. Mi modelo tampoco mide 1,80.
Ninguna de las dos es bonita en los términos del canon convencional publicitario. Diferencian por otra cosa: la expresividad. Igualan -salvo el dinero- porque ambas hacen fotografía de desnudo. La inglesa hace años que ha dejado de desfilar y solo aparece en producciones fotográficas de desnudo, también hoy a los 43 años. Mi moelo, profesora de literatura, poeta con publicaciones en Francia y aquí, muy buena bailarina de tango (motivo por el cual eligió Buenos Aires, para perfeccionar su danza de la música porteña), se gana la vida como modelo de desnudo. Juntos, yo y ella, hemos sesionado ocho, diez veces, no recuerdo, aunque el archivo habla. Miles de fotos con ella. Ya lo he contado: cuando vino a la Argentina, antes me escribió a mí desde su región para arreglar alguna primera sesión.
A ella se la puede buscar en una conocida red social, aunque no incluya fotos mías, por alguna razón. Por lo que muestra allí, con censuras claro, le he dicho hace poco que sin dudas las mejores imágenes de ella registradas en desnudez son mías. Ella consintió, o solo rió. Se comprende. Hay que vivir.
La belleza es expresividad y dramatismo, no medidas corporales ni equipamiento fotográfico. La belleza se inventa, se crea. La hace la modelo cuando interpreta y la rea-crea el autor cuando compone la fotografía. Una fotografía se compone. Siempre digo que hay mujeres que son bellas solo desnudas. Parece una obviedad, y no es así. Es rusicidad lasciva pensarlo así. Hay muchas mujeres que únicamente son bellas cuando están vestidas. Eso se llama expresividad.
El autor de imágenes percibe y crea otro objeto, una imagen de ella, la mujer, aquí mi modelo contratada, imagen-mujer que es ella y a la vez no es ella. Consiste en lo que siente el espectador, el lector de fotos. La mirada es una forma de lectura. La del autor y la del que juzga, o simplemente gusta, degusta. A menos rusticidad, a menos boludeces y prejuicios, a más sensibilidad y cultura entrenada, más capacidad de fabricar belleza con la mirada.
Hace poco, Kate Moss volvió con su costumbre de hacer una sesión de fotos en situación de desnudez con sus (últimos) fotógrafo favoritos, Marcus Piggott y Mett Alas, pareja en la vida real. La estrella se siente cómoda con ellos, ahora y desde hace tiempo. Algo hace que muchas modelos trabajen cómodas el desnudo con autores gays o bien mujeres, en general lesbianas. La audacia, en el fondo no es tal, en ese caso. Aurélie ha trabajado conmigo, que soy heterosexual.
No hay que olvidar que Kate Moss siempre hizo desnudo, desde el comienzo, cuando MARIO SORRENTI la captó para una perfume de Kalvin Klein abrazada con el torso desnudo, a los 18 años, con Mark Walhberg, después un buen actor de películas de acción. Desde hace años todas las grandes modelos internacionales casi no desfilan en pasarela, salvo cuando se lo pide algún gran diseñador de alta costura para la presentación de algún proyecto más creativo y de museo de la vestimenta que para uso. A eso se une la fotografía como elemento de drama-expresivo erotismo en el campo de la estetización dentro de las grandes publicaciones dedicadas a tendencias y la industria de la moda post-capitalista del Oeste (occidente).
El desnudo en fotografía en la industria de la moda no ha calado aún en Argentina, no por antisexismo sino por retro-conservadurismo represor. Las modelos argentinas de pasarela suelen ser «caretas», esto es, grasas (algunas, pocas, grasas con algo de plata), y los buenos fotógrafos de nuestro país desechan la fotografía de modas. Las modelos nacionales de pasarela suelen ser grasas y los creadores de la mejor fotografía argentina no están integrados al mercado profesional de trabajadores convocados por grandes encargos en materia de desnudo, que no es aceptado. Según mi criterio, los estudios que más trabajan en algo parecido a un desnudo refinado lo hacen de manera convencional y tratan de cuidarse mucho en no romper ningún molde de convenciones reaccionarias.
Van otras fotos, de diferentes épocas, más o menos recientes, de Kate Moss, quien, no hay que olvidarse, fue elegida por la «Playboy» Londres (poco que ver con la versión original norteamericana, abiertamente grasa) para ser tapa en nota especial para su 60 aniversario, junto a la recontralujosa marca Burberrys, solo para gente de mucho dinero.
Para mis imágenes en archivo de VOGUE ITALIA,ver:
http://www.vogue.it/en/photovogue/Portfolio/dce6edbd-5b0e-4ec4-a3ad-bffa453538c5/Image
https://www.moretticulturaeros.com.ar/amilcar-moretti-en-vogue-italia-archivo-2/
Lyle Mays – 07 – Sienna (aka Emilia) with Pedro Aznar
dormirlamona
Publicado el 8 may. 2011
Buenos Aires 1992 FM
Pedro Aznar (voice), Lyle Mays (piano), Eric Hochberg (bass) and Mark Walker (drums)
Full playlist here:
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Categoría: Música
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